La moda Z del throning demuestra que algunos males nunca desaparecen

Inflar el estatus de tu pareja en redes sociales para que el tuyo se infle de rebote no es muy saludable

¿Has oído hablar alguna vez del término hipergamia? Pues define todas esas relaciones románticas en las que una o ambas personas están ahí simplemente porque les permite mejorar su situación personal de alguna manera. En muchas ocasiones económicamente. En bastantes otras, y según cuenta el experto Bruce Y. Lee, en cuestiones de estatus. Una práctica tan antigua como la vida misma. Y sí, permanece muy viva: las redes sociales han disparado una nueva forma de hipergamia entre la generación Z que la comunidad psicológica viene llamando throning o entronamiento y que consiste básicamente en inflar públicamente el estatus de tu pareja para inflar el tuyo por asociación.

Subes imágenes en las que tu pareja sale espectacularmente bien. Publicas textitos en los que hablas de sus éxitos o de esos comportamientos tan saludables que tiene. Compartes vídeos en los que muestras lo increíble que es. Intentas que la gente perciba que es un ser majestuoso. Le exhibes como si fuera una reliquia única en el universo. Le pones en un trono para que el mundo sepa que es toda una reina o un rey. Porque, claro, eso te convierte a ti también en monarca. Y sin tener que tirarte flores a ti mismx. Sin correr el riesgo de parecer engreídx o de andar necesitando la validación ajena. Tú simplemente alabas a otro ser humano. Tú te limitas a ser humilde y evidenciar su grandeza.

Que el resto de personas vaya a pensar que si alguien tan estupendx está contigo debe significar que tú también eres estupendx es otra cosa. Y nada accidental. Es lo que buscas. O quizás no. Quizás tú no seas de esa gente que practica el throning en el terreno romántico. La cuestión es que puede que lo estés aplicando a otros ámbitos. En palabras de Lee, “piensa en cuántas personas intentan volverse prominentes uniéndose a las personas populares de sus lugares de trabajo o sus situaciones sociales”. Linkedin o Instagram lo ponen muy fácil. ¿Esos mensajes tan aduladores que te llegan sobre lo buen profesional que eres? Es una forma de throning. Solo que menos dolorosa.

Gente obsesionada con su reputación

Porque el throning romántico puede ser devastador para quien lo padece. Tú estás ahí invirtiendo de verdad en la relación y la otra persona se preocupa más de tu imagen social que de quien eres realmente. Le dedica más corazón a vuestro estatus que a vuestro vínculo. Y hasta que lo comprendes de verdad y sales de ahí lo pasas bastante regular. Aunque a veces cuesta darse cuenta del todo. En este sentido, Lee habla de varias señales claves para percatarse de que te están haciendo un entronamiento como una catedral de grande, la primera de las cuales es una adulación excesiva ante los demás que no suele darse en privado. Eso es demasiado sospechoso. No suele fallar.

Luego está la obsesión por su reputación. Eso no significa automáticamente que te estén usando a ti para elevarla, pero da para estar un poco más alerta de la cuenta. Y más aún cuando les notas muy lisonjerxs con gente de mucho estatus. Como que dejan de ser como son en realidad. Como que hacen todo lo posible por caerles bien a esas personas populares. Como que se olvidan de todo lo demás. Es muy mala señal. Ah, y Lee también aconseja ser consciente del historial. Que no pare de hablarte del éxito profesional de sus ex, y muy poquito de lo demás que les pasó con ellxs, suma bastante a la sospecha. Una conversación asertiva y honesta te sacará de dudas. Lo mereces.