Los becarios se sienten más solos que nunca: ¿qué está fallando?

El teletrabajo también frena su crecimiento profesional

Cuando entras de becario a una nueva empresa sueles llevar contigo una buena dosis de inquietud y otra buena dosis de ilusión. Especialmente si se trata de un puesto o de una compañía que te enamora de verdad. Poco a poco, con el paso de los días y las semanas, vas siendo acogido por personas que llevan muchos años allí, aprendiendo de ellas, forjando vínculos más íntimos, y sintiéndote parte de una tribu, algo que, por mucho que hayan transcurrido decenas de miles de años, sigue siendo un anhelo inevitable para los genes humanos. El problema es que, desde hace un tiempo, con la entrada del teletrabajo, esta acogida está desapareciendo. Y como becario puedes llegar a sentirte muy solx.

”La mayoría del equipo vive fuera de Londres y se desplaza uno o dos días a la semana a la oficina. Algunos días soy la única de mi equipo ahí. Esto hace que la oficina sea más solitaria”, explicaba recientemente una becaria estadounidense, Martha Storey, en una publicación para Financial Times. Pero su historia no es especial. Es algo que están experimentando millones de becarixs en todo el mundo. Además, muchxs de ellxs ni siquiera acuden a una oficina, sino que teletrabajan desde sus propias casas, por lo general, y debido a los limitados recursos de los que suelen disponer, entornos que no son precisamente maravillosos. Sin sillas súper cómodas. Sin aire acondicionado. Sin mucha luz.

Y sin socialización

No socializar merma paulatinamente el estado anímico y la motivación. Como contaban recientemente en Business Insider, “algunos empleados jóvenes prefieren el trabajo presencial porque les permite integrarse más fácilmente en la cultura de su organización, hacer amigos, aprender las normas sociales de su lugar de trabajo y aprender de sus compañeros más veteranos”. Esto último es clave. Al fin y al cabo, ¿para qué sirven unas prácticas si no es para crecer profesionalmente observando a lxs profesionales más experimentados?

El teletrabajo te priva de esta posibilidad. Te aísla y limita la exposición al trabajo de los demás. Frena tu progresión.Las empresas lo saben. O al menos muchas de ellas lo están descubriendo. No en vano, algunas han comenzado a exigir que lxs becarixs estén presentes en la oficina cuatro o cinco días a la semana. Otras han asignado mentores o grupos de inclusión a cada becarix para que se integren bien en la organización.

La idea es no dejarles fuera. No convertirles en espectadores pasivos de la compañía que viven recluidos en sus hogares. No comprometer su aprendizaje y el desarrollo de todo su potencial. Y, sobre todo, evitar que la soledad que sienten les haga abandonar las prácticas para buscar otra cosa en la se sientan más felices. El aislamiento permanente no es una opción.