Últimamente se está hablando mucho del conflicto cultural que está teniendo lugar dentro de las empresas entre la generación centenial y las generaciones más mayores. Como que sus perspectivas del trabajo no casan del todo. Como que sus actitudes ante la carrera, la compañía y la jerarquía son muy distintas y chocan. Como que afrontan las responsabilidades con otra mentalidad. Por eso es bastante probable que alguien de la generación X o de la generación baby boomers que lea este titular piense que la razón de que lxs centenials vean su trabajo como algo temporal es también algo cultural. Pero no. Eso es un prejuicio. En realidad es una cuestión de pura precariedad.
Porque no se trata de un problema de compromiso. No es que lxs jóvenes que han votado en la última encuesta realizada por Pew Research, y que ha revelado que el 58% de ellxs perciban su empleo actual como algo pasajero, no quieran permanecer mucho tiempo dentro de una misma empresa que le proporciona buenas condiciones laborales. No es que sean todxs ellxs unxs culos inquietos. No es que pasen de crecer y prosperar profesionalmente en un entorno conocido. No. Lo que pasa es que han asumido tan profundamente que el mercado laboral no les cuida que no se les pasa por la cabeza la idea de que el trabajo que tienen en este momento les vaya a durar lo suficiente.
No es el trabajo de sus sueños
Además, en muchos casos, más de los que se da entre las generaciones anteriores, ese trabajo no es precisamente el trabajo de sus sueños. Tal y como apuntan desde Business Insider, la encuesta de Pew Research muestra también que “solo el 43% de los trabajadores de esta generación están muy satisfechos con su trabajo, mientras que el 17% está muy descontento”. O dicho de otra manera: no es solo que crean que ese puesto no les durará porque les despedirán tarde o temprano fruto de la inestabilidad del mercado laboral, sino que tampoco es que fantaseen con quedarse en él dadas las circunstancias. Lo ven como algo temporal porque si no sería deprimente.
Ah, y no podemos olvidarnos de la automatización de los trabajos. Sí, vivimos en plena época de florecimiento de las inteligencias artificiales y esto genera mucha incertidumbre en la gente: parece que muchos de los trabajos que hacen hoy los seres humanos pasarán a manos de las IAs más tarde o más temprano. Algo que si bien afecta a todas las generaciones por igual, resulta más descorazonador cuando tienes 25 años que cuando tienes 58. Te da la sensación de que pronto una IA se hará con tu curro. En definitiva, la idea de que lxs Z no desean trabajo estable y con proyección es una falsedad. Simplemente afrontan desafíos especiales e intentan ser realistas.