¿Es posible elegir libremente? La teoría científica que lo desvela

Autores como Sapolsky defienden que nunca tuviste libre albedrío en realidad

El número de pensadorxs que han defendido la existencia del libre albedrío a lo largo de la historia es abrumador. De ahí que sea una idea tan dominante en nuestra sociedad: la gente te felicita por tu enorme voluntad cuando tienes éxito en algo y te critica con fiereza cuando pareces no tenerla y fracasas. Pero Robert Sapolsky, profesor de ciencias biológicas y neurología de la Universidad de Stanford y autor del ensayo sobre el comportamiento humano titulado Compórtate, es una voz disonante dentro de este panorama: considera que no tienes libre albedrío y que en realidad no puedes controlar absolutamente nada. Tu vida la guían fuerzas invisibles de las que no puedes escapar.

La premisa es relativamente fácil de entender: tú ya naciste con unos genes determinados que te condicionaban, te viste expuestx a estímulos que no escogiste cuando eras unx bebé y fuiste reaccionando al mundo con la suma de esos genes y esas experiencias que, en ningún caso, tú decidiste tener. Tu ADN ya estaba ahí. Las acciones de tus padres ya estaban ahí. El clima ya estaba ahí. La situación socioeconómica ya estaba ahí. En palabras de Sapolsky, “detrás de cada pensamiento y acción yace una cadena de causas biológicas y ambientales que se extiende desde el momento en que se activa una neurona hasta el inicio de nuestra especie y más allá”. Jamás hubo una libertad verdadera.

Tus decisiones no vienen de la nada

Una corriente de pensamiento conocida como determinismo. ¿Decidiste ir a la facultad con resaca en lugar de quedarte en casa descansando? Para la sociedad capitalista, que endiosa los esfuerzos, eres una heroína o un héroe. No obstante, tu decisión no vino de la nada, sino de una serie de factores previos: el sentido de deuda moral hacia tus padres, el último suspenso que tuviste y que no te da la posibilidad de vaguear más, una activación más intensa de la amígdala que te llena de ansiedad solo con pensar en no ser responsable... No hay un instante de tu vida en el que hayas podido decidir desde una especie de folio en blanco. Siempre hay información anterior escrita en ti. Siempre.

No, pero aunque tomé esa decisión, se me pasó por la cabeza otra diferente. Sí, pero elegiste la que elegiste y, según Sapolsky, no podría haber sido de otra manera. En este sentido, las mismas fuerzas que hacen que los planetas y las estrellas funcionen de una manera predecible son responsables de que tú actúes de una manera que, si tuviéramos las herramientas para analizar todos los factores que influyen en ti, podría ser predicha. Esto puede sonar frustrante. Incluso terrorífico. Pero es también liberador. Al fin y al cabo, todo lo que hiciste en tu vida fue de la manera en la que tenía que ser. No había otra opción. “Una gran noticia porque es toda una sociedad la que se ha construido alrededor de la idea de que uno debería sentirse muy mal consigo mismo o con las cosas sobre las que no tiene control”.