¿Qué relación tiene Shein con el calentamiento global o Paraguay? Justo estamos en un momento de coincidencias irónicas: vamos a estrenar otro verano que seguro nos espera con temperaturas récord e infernales, y a la vez eso significa que tenemos que hacer cambio de armario e ir de rebajas a gastar nuestro dinero en una de las industrias más contaminantes del mundo, la de la moda.
Hablamos de que la industria de la moda es responsable de producir del 2 al 8 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y se espera que esas emisiones aumenten drásticamente para 2030. Ahora, un nuevo estudio ha encontrado que la empresa de moda ultrarrápida Shein contamina tanto como todo el país de Paraguay.
Además, Shein aumentó sus emisiones absolutas en casi un 50 % en solo un año, según la organización canadiense Stand.earth. La ONG ha estudiado los esfuerzos para contaminar menos de 11 empresas de la moda y las ha puntuado según qué tanto han avanzado en la reducción de emisiones, la eliminación gradual del carbón y la transición a la energía renovable.
Sus conclusiones son demoledoras: las empresas de moda más influyentes del mundo continúan dependiendo de los combustibles fósiles para fabricar sus productos y no están logrando descarbonizar sus cadenas de suministro. Tenemos que recordar que los combustibles fósiles son los principales causantes del cambio climático, según la evidencia científica disponible. Entre los resultados, destacan que H&M, Levi’s y Puma sí están mejorando sus procesos de producción y reduciendo sus emisiones de verdad.
”Greenwashing” y cero esfuerzo
¿Cuáles son las peores? La canadiense Lululemon, Fast Retailing (que es dueña de Uniqlo o de Comptoir des Cotonniers) y Shein. Los resultados de Shein son alarmantes: además de ser cero transparentes y no haber progresado en sus objetivos, tienen la misma contaminación que Paraguay anualmente y duplicaron sus emisiones contaminantes, según Stand.earth. El asombroso crecimiento de la tienda en línea amenaza por sí solo “con socavar el progreso de descarbonización logrado por las marcas más tradicionales”. Es decir, que solo con la producción de Shein se está contrarrestando los esfuerzos de otras marcas para ser más sostenibles.
Su desempeño es tan malo que en el índice de la ONG la puntúan con un pírrico 2,5 de 100 puntos.
También es muy preocupante que muchas marcas están beneficiándose del llamado “green-washing”. Es decir, aseguran que están haciendo esfuerzos para ser más verdes, pero en realidad es todo puro “marketing”. Por ejemplo, la Oficina de Competencia de Canadá abrió hace poco una investigación sobre Lululemon (dueña de Uniqlo), luego de una queja presentada por Stand.earth que alega que la compañía de ropa engaña a los clientes sobre su impacto ambiental.
Y mientras, las temperaturas no hacen más que subir...