Qué son los ‘cake eater’: el término sobre infidelidades que está de moda

Hay personas que disfrutan de poner los cuernos a sus parejas, pero que también son felices con su relación monógama

La década del 2020 será recordada probablemente por dos cosas: la pandemia y los cuernos. La cantidad de cuernos que han salido en los recientes años con todas las parejas de celebrities saltando por los aires. La revancha más épica, sin duda, la de Shakira con Piqué. Ahora bien, aquí no vamos a hablar de por qué la gente pone los cuernos. O bueno sí, pero concretamente sobre esas personas que ponen los cuernos por deporto, pero que no quieren dejar a la pareja. Los conocidos como cake eaters.

Un estudio hecho a escala nacional en España por la empresa Sigma reveló que el 26,6% de los españoles ha sido infiel alguna vez, a pesar de que el 84,7% prioriza la fidelidad en sus relaciones. Así mismo, uno de cada cuatro encuestados estaría dispuesto a perdonar una infidelidad. En este contexto, es donde entran en juego los cake eaters, las personas que deciden estar dentro de una relación monógama, pero les gusta poner los cuernos. Y no, no es que pongan los cuernos por accidente, son reincidentes y premeditados.

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De dónde viene el concepto ‘Cake Eater’

El perfil del cake eater es una persona con una relación cerrada, generalmente feliz y satisfecha sexualmente con su pareja, pero también tiene relaciones sexuales con otras personas sin intención de divorciarse o buscar una nueva relación amorosa. Este término se ha discutido en plataformas como Reddit, donde los usuarios explican que, aunque no buscan una salida amorosa, disfrutan del aspecto prohibido de la infidelidad.

El concepto de cake eaters no necesariamente implica un deseo de poliamor. Arola Poch, sexóloga de la red social liberal Wyylde, explica a El País que las razones por las que hay personas que actúan así pueden ir desde la falta de confianza para discutir estos deseos con la pareja, hasta el simple morbo de hacer algo prohibido. Hay personas que les gustaría tener una relación abierta (que no tiene nada que ver con el poliamor) pero no saben cómo sacar el tema con su pareja, o bien saben que directamente su pareja no lo aceptaría. En este caso, sería recomendable reconsiderar si realmente nos conviene estar dentro de una pareja donde no podemos ser nosotrxs mismos.

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El cake eater ama a su pareja y desea mantener su proyecto de vida, pero también busca satisfacer su deseo sexual con otros. Magdalene J. Taylor, periodista de The Cut, entrevistó a Rob, un treintañero que se identifica como cake eater. Para él, la emoción del acto ilícito es lo que lo excita. Lo cierto es que la infidelidad puede volverse adictiva porque supone volver cada vez al estado inicial de una relación: el descubrimiento, el tonteo, la conquista y la tensión sexual aún por resolver.

Que cada vez más personas se puedan identificar bajo esta etiqueta también muestra cómo está cambiando la percepción de la infidelidad dentro de la pareja. Y tú, qué piensas: ¿ojos que no ven, corazón que no siente?