Las dos grandes dudas que surgen al conocer a alguien y que pueden arruinarlo todo

Miedo al compromiso y miedo al sufrimiento. Pesan una tonelada

Has conocido a alguien. La ilusión recorre cada célula de tu cuerpo cada vez que piensas en la posibilidad de verle una vez más. De ahondar en su cabeza. De dejarle entrar en la tuya. La cosa tiene muy buena pinta. Y sí, sabes que solo es un inicio y los inicios pueden ser engañosos pero vas a permitirte tener fe, tirar para adelante y ver cómo evoluciona todo. El bajón, sin embargo, no tarda en llegar. Y no es por ti, no, es porque la otra persona comienza a pisar el freno. No te lo esperabas. También parecía estar ilusionadx. También parecía estar en la misma onda. ¿Qué mierdas ha pasado? ¿Qué has hecho para que las dudas contaminen su comportamiento de una manera tan obvia?

Pues resulta que no has hecho nada. En realidad, y como explica la psicóloga Laia Sabaté en su cuenta de TikTok, algunas personas tienen sus problemas para vivir los albores de la relación con tranquilidad y seguridad. Y por dos motivos muy diferentes. Por un lado, explica, están las dudas relacionadas con el miedo al compromiso. Gente que cree estar buscando algo serio pero que cuando se encuentran con alguien de gran potencial romántico empieza a temblar de miedo, a sentir una especie de claustrofobia emocional y a querer huir lo antes posible. Le ven las orejas al lobo. Y oye: te hace un favor quitándose del mapa poco a poco porque te mereces algo mucho mejor.

Y, por otro lado, están las dudas propias de las personas perfeccionistas. En palabras de la propia Sabaté, “es muy curioso porque a veces asociaciamos a las personas que tienen dudas a la hora de empezar una relación con personas que no quieren nada serio. A veces sí, pero hay una gran parte de esas personas a las que le ocurre todo lo contrario: se ponen mucha presión encima sobre que esto va a ser la relación definitiva”. O dicho de otra manera: te ha visto mucho potencial como pareja pero su perfeccionismo le está hundiendo en un mar de dudas y de pensamientos intrusivos tipo quizás ese pequeño detalle hace que no sea la persona ideal. Su mente es agotadora.

A veces ese perfeccionismo tiene mucho de temor. Como dice esta psicóloga, “quieren saber que si empiezan esa relación no va a ser ni para sufrir ni para dejarlo ni para que vaya mal”. Pero eso es una tontería. Sí, puedes ir con cautela para no enamorarte de un ser vil que te va a tratar regular o directamente mal. Eso es inteligente. Pero ir todo el rato avanzando y retrocediendo por miedo cuando todo parece ir de lujo es un autoboicoteo tremendo. Nadie puede garantizar nada en esta vida. Hay siempre un porcentaje de riesgo. Pero en ocasiones, y esta es una de ellas, merece la pena correrlo. Aborda esto con esa persona especial. Quizás tu cariño marque la diferencia.

La autoexigencia no ayuda

Y, por otro lado, están las dudas propias de las personas perfeccionistas. En palabras de la propia Sabaté, “es muy curioso porque a veces asociaciamos a las personas que tienen dudas a la hora de empezar una relación con personas que no quieren nada serio. A veces sí, pero hay una gran parte de esas personas a las que le ocurre todo lo contrario: se ponen mucha presión encima sobre que esto va a ser la relación definitiva”. O dicho de otra manera: te ha visto mucho potencial como pareja pero su perfeccionismo le está hundiendo en un mar de dudas y de pensamientos intrusivos tipo quizás ese pequeño detalle hace que no sea la persona ideal. Su mente es agotadora.

A veces ese perfeccionismo tiene mucho de temor. Como dice esta psicóloga, “quieren saber que si empiezan esa relación no va a ser ni para sufrir ni para dejarlo ni para que vaya mal”. Pero eso es una tontería. Sí, puedes ir con cautela para no enamorarte de un ser vil que te va a tratar regular o directamente mal. Eso es inteligente. Pero ir todo el rato avanzando y retrocediendo por miedo cuando todo parece ir de lujo es un autoboicoteo tremendo. Nadie puede garantizar nada en esta vida. Hay siempre un porcentaje de riesgo. Pero en ocasiones, y esta es una de ellas, merece la pena correrlo. Aborda esto con esa persona especial. Quizás tu cariño marque la diferencia.