Puedes currarte todo lo que quieras tu bio de Tinder. Encontrar la frase con doble sentido más original. La combinación de emojis perfecta. La parrafada más completa. Y por supuesto hacerte unas buenas fotos para salir lo más favorecidx posible. Y sí, un perfil de calidad incrementará tus probabilidades de ser elegidx para unos ratitos de sexo sin ataduras. No obstante, y para ser elegidx como pareja romántica, la clave está en otros dos requisitos muy diferentes: la ideología y la inteligencia. Es, de una manera más consciente o inconsciente, lo que engancha o no engancha de la gente para una relación a largo plazo. Y a ti te ocurre exactamente lo mismo. Te influye mucho en tu elección.
Había sido una hipótesis hasta el momento. Una surgida del sentido común y de la empiria: las relaciones basadas en la atracción física o en la atracción morbosa suelen durar lo que dura la etapa de enamoramiento y de luna de miel, pero las relaciones basadas en la manera de ver el mundo y en las capacidades cognitivas pueden durar indefinidamente. En este sentido, tu cerebro, conocedor de ello, tiende a interesarse más por personas que tienen unas creencias y unas habilidades mentales concretas cuando se trata de formar una pareja estable. En concreto, tal y como apuntan desde Trendencias, creencias y habilidades mentales que sean muy similares a las tuyas. Buscas la semejanza.
Os parecéis más de lo que créeis
“Tanto las creencias políticas como religiosas, y el nivel educativo y una inteligencia similar, mostraban en la investigación correlacionales especialmente altas. Este nuevo estudio reafirma lo que necesitamos para que nuestra pareja funcione: parecernos”, escriben desde el citado medio. Por mucho que te ponga, por mucho que te mole follar con él, ella o elle, si estáis en las antípodas ideológicas o contáis con unas inquietudes intelectuales muy dispares, tenéis la tasa de supervivencia de un atún en el desierto del Sáhara. Tarde o temprano algunx de los dos, o incluso lxs dos, lleguéis a un punto de aburrimiento, de desinterés o de desesperación. Lo de los polos opuestos es un mito.
De hecho, en aquel estudio mencionado previamente, y publicado en la revista especializada Nature Human Behavior, lxs autorxs mostraron que “entre el 82% y el 89% de los rasgos analizados tenían más probabilidades de parecerse que de no parecerse” entre lxs dos miembrxs de las parejas. Un nivel de coincidencia altísimo. En el fondo, y aunque alguna que otra vez hayas metido la pata aferrándote a alguien que no tenía nada que ver contigo, tu instinto te acerca a personas con las que compartes mucho. Como dice Carolina Aita Franceschini, especialista en inteligencia emocional, “en ciertas cuestiones, como los valores, se debe ser compatible para que la relación funcione”.