El único mecanismo que funciona para solucionar un conflicto de pareja

Debéis haber transitado la reflexión individual colaborativa en lugar de la cavilación egoísta o la evitación

La tirita hay que quitársela de un tirón para que duela menos: tanto tu pareja como tú cometeréis errores a lo largo del tiempo que os harán entrar en pequeñas, moderadas o gigantescas crisis, según la gravedad del error cometido. La idea de una relación perfecta en la que nunca se manifiestan conflictos es simplemente romanticismo barato. Una aspiración imposible que hace que os comparéis con una utopía. Así que un primer consejo para afrontar los conflictos por errores es este: entended que es normal que os pase. No os frustréis más de la cuenta. A partir de ahí, hay varias maneras de gestionarlo. Solo una, cuenta la psicóloga de Harvard, Holly Parker, fortalecerá vuestra relación.

La hipótesis de Parker se fundamenta en una investigación publicada en la revista especializada Journal of Family Psychology. Sus autores se dedicaron a encuestar a las personas acerca de sus comportamientos después de un error propio o ajeno y del éxito de la reconciliación para averiguar cuáles eran más productivos y saludables. En total, descubrieron que había tres mecanismos habituales de afrontamiento de estas situaciones: la co-reflexión, la co-inquietud y la co-evitación. El primero consiste en dedicar pensamientos a cómo solucionar el problema, el segundo en dedicar pensamientos a defender tu propio punto de vista y el tercero en no dedicar esfuerzos a arreglarlo.

Hay cosas que se tiene que hablar

Lógicamente, ni la segunda ni la tercera opción dieron buenos resultados. En palabras de Parker, “la co-reflexión fue el único estilo de rumia que se vinculó con mejores experiencias para las parejas, como una mayor dedicación a la relación, más buena voluntad y la capacidad de lxs miembrxs de asumir verdaderamente su responsabilidad y perdonarse a sí mismxs”. Por el contrario, los otros dos estilos de rumia llevaron a una menor voluntad de reparación, a menor capacidad de asumir responsabilidades, a menor capacidad de autoperdón y a una mayor maquinación vengativa. Las parejas que recurren a estas dos estrategias suelen ser más disfuncionales y perdurar menos.

¿Qué significa todo esto? Que después de que se produzca un error por tu parte o por parte de tu pareja, lo peor que podéis hacer es evitaros o andar cada uno cavilando por qué tiene razón. En su lugar, deberíais dedicaros un tiempo a solas para reflexionar acerca de cómo arreglar la situación y entonces, solo entonces, sentaros a hablar de ello como personas comprometidas con la relación. Para este proceso, la experta recomienda intentar reconocer y apoyar las emociones de tu pareja, tratar de abandonar tu posición defensiva por un momento y ser abiertx y receptivx a lo largo de la conversación. Estáis lxs dos en el mismo barco. Y todos cometemos algún error de vez en cuando.