¿Qué pasa si una joven estrella del pop prefiere al más oscuro de los potenciales abusadores antes que a un entorno que tan solo quiere dirigirla al éxito con una fórmula comercial que a ella nunca le llena? ¿Y si ese abusador es el que consigue despertar en ella lo real, lo auténtico, la creatividad? ¿Y si además lidera una secta?
Todos estos ingredientes, mezclados con el aura de belleza y lujo que rodean a una estrella del pop, y con el sombrío tormento de quien siempre está en el centro de atención y le cuesta gestionarlo emocionalmente, se mezclan en The Idol, el último gran éxito de HBO Max que ha nacido con muchas polémicas pero también con mucha audiencia. Sus protagonistas, la nepobaby hija de Johnny Depp, Lily Rose Melody Depp, y el cantante de The Weeknd, ayudan a que sea una serie de entrada atractiva.
Dirigida por el autor de Euphoria, Sam Levinson (también nepobaby, hijo del director Barry Levinson), la serie recibió muy malas críticas en el festival de Cannes, donde se le acusó de superficial, de vacía e incluso de machista y de justificar la cultura de la violación. Sin duda, la serie cuestiona la corrección política del entorno progresista adinerado norteamericano siempre pendiente del qué dirán, pero costaría concluir que legitima y elogia este tipo de abusos.
Lo que pasa es que la cosa se pone más seria cuando leemos en The Rolling Stone que una persona que trabajó en la serie también lo vio así. “Es como una fantasía de violación que podría tener cualquiera de los hombres tóxicos que salen en la serie”, dijo esta trabajadora anónima. Y la cosa cobra más gravedad cuando sabemos que la primera directora de la serie, Amy Seimetz, dejó la serie por su falta de perspectiva femenina.
¿Favorece al feminismo reproducir e insistir en la imagen del malvado abusador atractivo y muchos años mayor que tú que, atormentándote, también te libera y da sentido a tu vida? Seguramente no. Pero The Idol, sin ser una serie trepidante y pese a las críticas, arrancó con una gran audiencia que se ha desinflado un poco, aunque en España se sitúa en el cuarto puesto entre las más vistas (eso sí, el estreno la situó en primer lugar).
Entre las malas críticas (tiene un 4,5/10 en Filmaffinity y una estrella sobre 5 en Rotten Tomatoes) y la caída de la audiencia, ya se han filtrado informaciones de que no habrá segunda temporada, a las que HBO ha salido al paso diciendo que no hay nada decidido. A falta de que se lancen los siguientes episodios, lo que parece claro es que la serie dará qué hablar.