Qué es el ‘cerebro popcorn’: así afecta a tu nivel de concentración

Disperso. Caótico. Ansioso. Incapaz de concentrarse en nada de verdad. Un cerebro preparado para la infelicidad

Cerebro popcorn no es un concepto nuevo para lxs científicxs: fue acuñado por el investigador David Levy, de la Universidad de Washington, en el año 2011, para referirse “a un estado mental caracterizado por pensamientos dispersos, atención fragmentada y una propensión de la mente a realizar una transición rápida de un tema a otro, parecido al rápido estallido de los granos de palomitas de maíz en una olla” o en el microondas, explica el psicólogo Mark Travers en Psychology Today. Lo que ocurre es que en la actualidad cada vez más personas lo sufren y con mayor intensidad, en buena medida por la sempiterna presencia del móvil y de las redes sociales en nuestras vidas.

Y tiene sus consecuencias. En palabras del propio Travers, “disminución de la concentración, mayor estrés, fatiga, sobrecarga de información, problemas de déficit de atención, aumento de la ansiedad y un impacto perjudicial general en las relaciones y la calidad de vida”. Porque eres incapaz de quedarte mentalmente en un tema y profundizar en él. Ni puedes disfrutar de la verdadera inmersión en una buena lectura o en una buena serie. Ni consigues alcanzar un agradable estado de paz en el que sentirte dichosx con la vida. Pum. Pum. Pum. Explotan las palomitas en tu cerebro y tu atención se va inevitablemente al sonido de cada una de ellas. Sin parar. Sin pausa. Sin calma.

Así puedes combatirlo

En primer lugar, escribe este psicólogo, deberías establecer límites en torno a la tecnología: contar con zonas libres de tecnología, tener momentos libres de tecnología, poner límites de tiempo de uso a las aplicaciones, desactivar las notificaciones o practicar la desintoxicación digital periódica son trucos que pueden ayudarte a ello. Pero sí, es muchísimo más fácil plantearlo que llevarlo a cabo. Se necesita una fuerza de voluntad titánica. Un compromiso total con tu propia salud mental. Un convencimiento absoluto de que lo necesitas para no terminar viviendo con un cerebro escacharrado que te vuelve caóticx, ausente, torpe y menos interesante.

En segundo lugar, y siempre según Travers, deberías crearte una rutina muy estructurada que fomente tu capacidad de concentración. Y para ello cita tres pasos claves, el primero de los cuales es controlar tus tiempos de concentración para ir viendo las mejoras. Luego, dice, “cultiva la autoconciencia” para percatarte de cuando entras en modo cerebro popcorn. Estúdiate. Compréndete. Por último, “asigna un periodo específico a la misma hora y el mismo entorno todos los días para centrarte en una sola tarea”. Así irás fortaleciendo tu atención. Porque ya no vale simplemente con alejar las tecnologías de ti: también debes entrenar para recuperar lo perdido todos estos años.