En el mundo hay más de 8.000 millones de personas pero, según una investigación publicada en la revista Journal of Environmental Research and Public Health, todas ellas pueden agruparse en cuatro categorías diferentes cuando se trata de tenerlas como compañeras de trabajo. Por un lado, y este es el tipo de compañerx que querrías siempre a tu lado, está el crack humilde. En palabras del psicólogo estadounidense Mark Travers, se trata de una persona que “suele ser muy hábil en su trabajo y al mismo tiempo modesta en cuanto a sus habilidades”, por lo que “es probable que comparta el éxito con su equipo y esté abierta a recibir comentarios”. Una delicia de colega, la verdad.
Un escalón por debajo en deseabilidad está el incompetente humilde. No, no son increíbles haciendo sus tareas laborales ni tienen mega ideas que maravillan a todo el mundo, pero “su humildad hace que los miembros del equipo se sientan seguros para expresas ideas y sugerencias, sin preocuparse por recibir comentarios irrespetuosos”. De hecho, escribe Travers, no es extraño que un incompetente humilde llegue a ser líder de proyecto o líder de equipo, pues sabe delegar en personas más eficientes y les ayuda a sacar su mejor versión. Según el estudio, la gente prefiere este tipo de compañerx al compañerx número tres: el crack que va de sobrado. Suele ser desesperante.
No obstante, parece ser que en este caso todo depende del contexto. ¿El equipo está hasta arriba de curro? El perfil crack soberbio puede ser recibido con alivio. Sí, preferirías que no fuera arrogante, que no presumiera de sus logros, que no infravalorara a lxs demás y, por supuesto, que no desdeñara con tanta evidencia las ideas ajenas, pero te alegras de que saque el trabajo duro adelante con tanta facilidad. ¿La cosa está bajo control y no hay demasiada presión? El perfil crack soberbio sobra muchísimo. En palabras del propio Travers, “su comportamiento abrasivo puede causar fricciones y conflictos dentro del equipo”. Te gustaría tenerle ahí como arma de emergencia y ya.
Pero no es el peor perfil de compañerx de trabajo con el que puedes encontrarte: también está, y ya lo habrás imaginado por lógica y porque lo echas en falta en esta lista, el incompetente soberbio. “El arquetipo que menos gusta tanto a nivel personal como profesional”, pues presenta niveles alarmantemente bajos de habilidad y alarmantemente altos de ego. No está dispuestx a escuchar ni a mejorar. Critica a todxs con suma facilidad. Tienen una paciencia y una tolerancia ínfima. Y supura hostilidad por todos sus poros. Sin duda, el clásico perfil que te saca de quicio y del que hablas muy mal con tus amigxs cuando sales frustradx de la oficina. Y honestamente nadie te culpa.