Una carga de trabajo desmesurada. Una presión para completar las tareas en tiempo récord insostenible que hace que sientas que no tienes el control de la situación nunca. Unas recompensas claramente insuficientes para todo ese curro. Una falta de apoyo por parte de lxs compañerx y especialmente por parte de los jefes. Y valores éticos nefastos. Son algunas de las características propias de una cultura laboral tóxica, muy habitualmente responsable de que algunas personas estén quemadas y no puedan más. De hecho, trabajar en un contexto así puede provocar un maremoto emocional que te deje muy tocadx. Pero puedes evitarlo: solo tienes que atender a una serie de señales clave.
Las primeras suelen presentarse en las ofertas de trabajo. Según lxs especialistas de LifeHacker, “hay algunas palabras y frases en los anuncios online que deben considerarse luces de advertencia para aquellas personas que quieren evitar un posible agotamiento laboral”. Algunas de la más comunes son “cultura de alto rendimiento”, “capacidad para manejar el estrés”, “capacidad para trabajar bajo presión” o “somos como una familia”. O bien evidencian que se trata de un puesto en el que no hay tiempo ni para respirar o bien quieren comerte la cabeza con el rollo de la cercanía para saltarse los límites como les plazca. Tampoco te fíes si no mencionan el salario o la oferta lleva meses ahí.
Busca opiniones externas
No obstante, algunxs empleadorxs tóxicxs no son tan descarados y publican ofertas de trabajo sin ingredientes sospechosos. En ese sentido, la recomendación de lxs expertxs del citado medio es que investigues, ya que en estos casos “las grietas no comienzan a mostrarse hasta que realmente comienzas a pasar por el proceso de contratación”. En concreto, deberías consultar portales como Glassdoor, en los que tienes la oportunidad de leer reseñas de trabajadorxs y ex trabajadorxs de las empresas. Linkedin también puede ser útil. Sobre todo si contactas con alguien que esté o haya estado en la empresa. Son quienes pueden ofrecerte una opinión verdaderamente honesta del asunto.
Además, los correos poco profesionales por parte de la empresa durante el proceso de contratación, la falta de organización en el mismo o la falta de claridad acerca de las funciones del puesto también suelen evidenciar una cultura laboral poco saludable. ¿No has notado nada raro hasta ahora y tienes la entrevista próximamente? Aún no debes confiarte. Es importante que mantengas tu sentido crítico despierto y que no dudes de tu intuición cuando te diga algo. Y pregunta. Pregunta por las horas extras. Por el estrés. Por las expectativas que tienen acerca de ti. Hay tres posibles desenlaces: que te guste lo que dicen, que no te guste lo que dicen o que notes que están mintiendo. Protégete.