Te has líado. No estaba en tus planes terminar borrachx esta noche pero ahí estás, con la mente embotada, la percepción distorsionada y unas ganas increíbles de caer rendido en tu camita. Y te puede pasar factura: mañana tienes que trabajar. La alarma sonará en unas pocas horas y te levantarás medio borrachx medio resacosx. Una putada. ¿Te imaginas que hubiera una hormona que con solo inyectártela o bebértela diera un vuelco a la situación y te quitará la borrachera de inmediato? Sería maravilloso. Y según una investigación reciente publicada en la revista especializada Cell Metabolism, una realidad científicamente constatada. La hormona existe, aunque los efectos de administrar dosis extras a los seres humanos son desconocidos aún.
No los efectos de hacerlo en ratones. En concreto y como indican desde Gizmodo, medio que se hace eco del experimento, lxs investigadorxs “administraron alcohol a ratones que habían sido modificados genéticamente para que no produjeran la hormona FGF21, así como a ratones de control”. Pasadas unas horas, los ratones que carecían de la hormona FGF21 seguían mostrando síntomas de embriaguez, rollo pérdida de equilibrio o dificultad para ponerse de pie cuando los colocaban boca arriba, mientras que los ratones con niveles normales de FGF21 se recuperaban mucho mejor. Y no solo eso: a algunos ratones se les administraron dosis externas adicionales de esta hormona. El resultado fue increíble.
”Cuando a los ratones se les administró FGF21 como tratamiento farmacológico pudieron recuperarse de su embriaguez aproximadamente un 50% más rápido que los ratones que recibieron un tratamiento de control”, agregan desde dicho medio. Todos se ponían igual de ebrios con la misma cantidad de alcohol. Lo que cambiaba, según la cantidad de FGF21 circulando por el organismo, era la velocidad a la que volvían a estas sobrios. En palabras de lxs propixs autorxs, “hemos demostrado que al aumentar aún más concentraciones de FGF21 a través de inyección podemos acelerar drásticamente la recuperación de la intoxicación”. Las borracheras podrían no ser inevitables. Las muertes por coma etílico podrían desaparecer.
No obstante, cabe mencionar un punto muy importante: es un experimento que solo se ha probado en ratones. Y sí, las cualidades orgánicas básicas de los mamíferos hacen que buena parte de los resultados científicos con ratones sean extrapolables a humanos en mayor o menor medida, pero no es algo que pueda darse por hecho. Deberá estudiarse mejor. El equipo, eso sí, tiene esperanza y “cree que podría usarse algún día para tratar episodios agudos de intoxicación por alcohol”. Además, y por si te lo estabas preguntando, esta hormona solo funciona con el alcohol y no afecta en absoluto a los síntomas provocados por el consumo de otras drogas.