6 hábitos saludables que no son saludables

No importa si tu influencer de referencia los practica o si la intuición te dice que son correctos: no debes llevarlos a cabo

Las buenas intenciones no bastan. Está muy bien que quieras alimentarte adecuadamente y mantenerte en un peso saludable, pero algunos de los hábitos que has estado implementando para lograrlo "podrían no ser tan buenos para ti como crees", según indican desde Business Insider en base a las observaciones de la nutricionista Jaclyn London. Por ejemplo, aquello de seguir una dieta drástica. Además de generar un efecto rebote, resulta nocivo para tu organismo. En sus propias palabras, "cualquier cambio total casi siempre es contraproducente"

Restricción y atracón

Y lo mismo ocurre con eso de saltarse comidas. "Muchos de nosotros hemos crecido con esta mentalidad adoctrinada de restringir para reducir calorías", pero "terminamos en un ciclo de restricción y atracón". No es una dinámica precisamente sostenible en el tiempo. Y por eso esta especialista te desaconseja el ayuno intermitente. Según ella, "comer sistemáticamente cada cuatro horas más o menos nos ayuda a estar al tanto de nuestras señales de hambre y saciedad a lo largo del día y nos da la energía que necesitamos". Es bastante más orgánico.

El tercer hábito que deberías evitar es la eliminación absoluta de los procesados de tu dieta. Sí, esto no te lo esperabas, pero London cree que "dejar a un lado cualquier cosa solo va a tener el efecto de hacer que quieras más esa cosa". En este sentido, resulta más productivo mantener un poquito de dulces poco saludables, una comida trampa, durante la semana, que machacarte con la privación total. Para relajarte, aquí tienes unas palabras tranquilizadoras: "Ninguna comida puede hacerte ganar o perder peso". Es una cuestión más global.

¿Procesados 'light'?

En cuarto lugar está la priorización de alimentos light por encima de alimentos muy calóricos saludables. Al final, la idea de una dieta de calidad es que sea equilibrada y pueda mantenerse en el tiempo. Y no quieres pasarte la vida hartándote de salsas procesadas light cuando tienes alternativas naturales como el aceite de oliva virgen extra para alegrar las comidas. Es más calórico, sí, pero mucho más sano. Lo mismo ocurre con los frutos secos. Aunque contundentes, son mil veces más recomendables que cualquier procesado light. Inclúyelos sin miedo.

E incluye suplementos proteínicos si quieres, pero con cuidado. Porque "algunos productos proteicos tienen alto contenido en azúcares añadidos, lo que aporta calorías adicionales, o pueden tener alcohol de azúcar, que puede causar problemas digestivos". Las proteínas en sí mismas son buenas, pero su envoltura afecta a su calidad. Por último, está el hábito de abusar de los zumos. Según London, "los zumos detox pueden eliminar las partes más saludables de las frutas y verduras y aumentar el azúcar y las calorías". No salen a cuenta. Mucho mejor consumir dichos alimentos enteros.