Cómo eliminar la voz de tu ex de tu cabeza

Debes desarrollar habilidades para frenar la rumiación cada vez que aparezca

Han pasado unos meses desde que lo dejásteis pero continúas sintiendo su presencia dentro de tu mente. Cuando tomas pequeñas decisiones, cuando haces algo que sabes que no le gustaba, cuando haces algo que sabes que le encantaba... Estabas tan acostumbrado a su feedback, a su participación en cada pequeña acción de tu vida, que aunque ya no esté ahí, su recuerdo sigue interviniendo y condicionando tu día a día. Un fenómeno muy normal que, sin embargo, y como cuenta en una publicación para Psychology Today la profesora de ciencias psicológicas y del cerebro de la Universidad de Amherts, Susan Krauss, se presenta de manera intensificada en personas con altos niveles de rumiación.

Así lo demostró una investigación llevada a cabo por científicxs de la Universidad de Groningen. En concreto, lxs autorxs sometieron a 87 personas que habían roto con sus parejas en los dos meses anteriores a una prueba cognitiva que requería capacidad de concentración. Es así como diferenciaron entre quienes rumiaban constantemente y se distraían y quienes no. Luego, analizaron los patrones de recuperación de la ruptura y cruzaron los datos: el resultado es que efectivamente las personas rumiativas tenían dificultades adicionales para superarlo y sacar a su ex pareja de su cabeza. Además, y como consecuencia, también les resultaba más complicado encontrar una nueva pareja.

Esto dibuja dos escenarios diferentes. Por un lado, uno en el que no eres una persona neurótica con tendencia a la rumiación que sabe dejarlo todo atrás con relativa facilidad. Por otro lado, uno en el que eres una persona neurótica enfrascada constantemente en la rumiación que no puede eliminar esa voz de su ex pareja de su mente. Si es el primer caso, enhorabuena, tus rupturas generalmente serán menos duras y sobre todo correrán menos riesgo de quedarse estancadas. Si es el segundo caso, necesitas intervenir proactivamente para mejorar tu situación, ya que podrías pasar más tiempo del que te gustaría escuchando el parloteo de tu ex.

Cómo ponerle solución

”Tu primer paso debería ser cambiar tu propia trayectoria de adaptación al cortocircuitar tus tendencias rumiantes”, señala Krauss. Para ello, sugiere la propia especialista, tienes que cultivar la habilidad de observar tus pensamientos, de manera que cada vez que empieces a rumiar, probablemente acerca de tu ex, puedas percatarte y regresar al presente. En esto puede ayudarte muchísimo la meditación y las técnicas de mindfulness. Además, y de manera paralela, Krauss quiere que comiences a valorar tu propia voz, tu propio criterio, tu propio juicio, para anteponerlo al criterio y al juicio de la voz de tu ex en tu cabeza. Y piensa que esa persona estará cambiando constantemente. Quizás esa voz de tu cabeza ya no se corresponda con nadie real y sea solo un fantasma.