El estrés severo genera una situación paradójica: se activa tu sistema de lucha o huida para salvarte de una situación, en este caso una responsabilidad aparentemente vital que debes cubrir, pero esa misma activación te desajusta mentalmente lo suficiente como para bloquearte e impedir que lo hagas, lo que a su vez incrementa el nivel de estrés. En momentos así estás que te vuelves locx. Sientes que no puedes relajarte. Que hay una amenaza sobre ti. Y que tu cerebro no responde. Es realmente frustrante. Un bucle del que no puedes salir simplemente presionándote y exigiéndote más a ti mismx. Entonces, ¿cómo regresar a un estado de normalidad en el que tus funciones cognitivas operen correctamente?
El psicoterapeuta Barton Goldsmith tiene unas cuantas recomendaciones para ti, la primera de las cuales es abandonar tu oficina o tu casa y tomar un poco de aire fresco. Tu cerebro se siente más cómodo en el exterior. Cuando regreses, no te pongas inmediatamente con la tarea con la que estabas atascado. En su lugar, “toma una libreta y papel y escribe lo que tengas en mente”. Los pensamientos y sentimientos motivados por el estado de estrés perderán mucha potencia una vez les prestes atención consciente. Ah y limpia tu escritorio. Según el propio Goldsmith, te ayudará a romper el patrón de inactividad. Permanecer quieto frente al ordenador, fruto del bloqueo, solo empeoraría las cosas.
Escucharte sin juicios
Pero hay otras estrategias para evitarlo. Por ejemplo, y siempre según este especialista, trabajar en un proyecto diferente. El problema ahora mismo es que la tarea principal produce en ti ciertas emociones que conducen al bloqueo, por lo que deshacerlas implicándote en algo distinto que no las refuerza es un buen mecanismo para ganar soltura. Y no olvides aprovechar las bondades de la respiración consciente. A fin de cuentas, “te sorprendería saber cuántas personas contienen la respiración cuando se sienten tensas, y cuando cortas el suministro de oxígeno a tu cerebro y tu cuerpo dejan de funcionar bien”. Concentrarte en tus latidos también puede ayudarte. Escucha tu corazón plenamente.
Si aún así continuas bloqueadx, Goldsmith te aconseja moverte un poquito, ya que el ejercicio libera endorfinas y las endorfinas tranquilizan y combaten así la excitación negativa desencadenada por el cortisol, la hormona del estrés. Y algo similar ocurre cuando hablas con algún amigx, solo que entonces liberas serotonina. En palabras del autor, “escuchar la voz de alguien que te importa y pasar unos minutos involucrándote en su mundo puede darte una nueva perspectiva del tuyo”. Eres un animal social. Sal de esa egoburbuja. Te sentirás mejor y recuperarás parte de tu capacidad de concentración. Por último, y como medida de emergencia, date un buen baño relajante. Eso lo cura todo.