España presenta en estos momentos un déficit presupuestario estimado de unos 4.500 millones de euros. O dicho de otra manera: el Estado gasta más dinero del que ingresa anualmente. En parte, y antes de que vengan lxs reaccionarixs de turno, para pagar cosas tan importantes como las pensiones, la sanidad pública o la educación pública. Pero hay que equilibrarlo de alguna manera. Según la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, habrá pronto una subida de impuestos dirigida principalmente a las personas con mayores ingresos y a las grandes empresas. Y es razonable, ¿no? Si tienes de sobra, colaboras con un poquito más. Aunque es muy probable que tu bolsillo tampoco se salve.
Como cuentan desde Business Insider, “diversas fuentes indican que otros sectores de la población podrían verse también afectados, especialmente aquellos que dependen del consumo y de la inversión”. Por ejemplo, y esto no es una especulación, sino un hecho confirmado, las cotizaciones sociales asociadas al trabajo subirán 0.80%. Si eres asalariadx estás de suerte: tú solo tendrás que abonar un 0,13% más, el otro 0,67% recaerá sobre tu empresa. Si eres autónomx no lo estás tanto: tendrás que asumir ese 0,80% íntegramente. Quizás pueda parecer poco, pero ese 0,80% multiplicado por casi 22 millones de trabajadorxs puede marcar una gran diferencia.
Cambios que sí pueden afectarte
Sobre todo si van acompañados de otros ingresos extras. El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), dicen desde este mismo medio, también podría verse incrementado. “Es probable que los tramos superiores del IRPF vean un incremento en los tipos impositivos, lo que afectará a aquellos contribuyentes con ingresos más elevados”. Hasta ahí todo bien. La cosa es que puede que también eliminen o bajen algunas de las deducciones fiscales presentes hasta ahora. Y eso sí podría afectarte a ti también. Junto al IRPF, la otra gran herramienta de recaudación del Estado es el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Y sí, también podría sufrir cambios.
En concreto, apuntan desde Business Insider, “aunque no se ha confirmado una subida directa de los tipos impositivos, existe la posibilidad de que algunos productos o servicios que tributan a tipos reducidos (como el 10%) pasen al tipo general del 21%”. Además, parece ser que está sobre la mesa la idea de recrudecer impuestos medioambientales como el impuesto al diésel, así como la subida de impuestos asociados a los productos de lujo como los yates o los coches deportivos. Algo que seguramente no te afecte. Si apenas puedes pagar el alquiler... En este sentido, y salvo ellxs, nadie estará en contra de que tener estas exquisiteces contribuya al bien general.