El abrazo conciliador del padre de uno de los niños muertos en La Rambla

El abrazo conciliador del padre del niño fallecido en La Rambla al imán de Rubí es una lección contra el racismo que está creciendo estos días

Javier Martínez es el padre de Xavi, el niño de tres años que falleció en el atentado de La Rambla el pasado jueves y no guarda rencor a la comunidad musulmana por la muerte de su hijo. Él y su familia pasan por momentos difíciles, pero ayer protagonizó un gesto que se traduce en amor y perdón: “Necesito darle un abrazo a un musulmán. Que esa gente no tenga miedo. Necesito hacerlo”, le decía Javier a El Periódico en una concentración a las puertas del Ayuntamiento de Rubí, donde vive la familia. Horas después de esas declaraciones, él y el imán suplente de la localidad, Driss Sally, se fundían en un abrazo entre lágrimas. Una muestra de unidad y convivencia que sirve de ejemplo contra la islamofóbia que se está viviendo estos días.

Pero Javier no solo perdona, sino que pide que la muerte de su hijo "sirva para algo”. Explica que esto no puede hacer que Cataluña deje de tener ese carácter acogedor entre culturas que siempre ha tenido e, incluso, muestra solidaridad con los familiares de los presuntos terroristas. “Sé que hay otro crío muerto. No he podido conocer a nadie, pero comparto el dolor con ellos. Con todos. También comparto el dolor con los familiares de los terroristas. Lo comparto. Somos personas. Somos muy, muy, muy, muy personas", dijo en el acto que llevaba como lema 'Rubí no té por' y que terminó con un minuto de silencio de todos los vecinos que se acercaron a compartirlo.

Tras el atropello en La Rambla, Javier y su familia han sabido que un agente de la Guardia Urbana intentó reanimar a su hijo con un desfibrilador de una farmacia cercana. Poco después, al ver que las ambulancias no conseguían llegar a tiempo, decidieron trasladarlo al hospital más próximo en su coche patrulla. Javier se enteró del atentado por su exmujer, Silvia, quien paseaba con Xavi, sus hermanas y su tío Paco, que también fallecido allí, y cogió inmediatamente un taxi hasta la Rambla. “Me temblaban las piernas”, aseguraba a El Periódico. Allí un ‘mosso’ lo ayudó a llegar hasta su hijo. Por todo esto, Javier está agradecido con todos los cuerpos de seguridad, especialmente con los Mossos “son una de las mejores policías del mundo”, dice.

La fortaleza y el agradecimiento de este padre a los Mossos se ha hecho presente desde el primer momento. Hace unos días, Javier quiso dar las gracias en persona a los Mossos d'Esquadra por su labor durante el atentado que acabó con la vida de su hijo. Javier se acercó hasta la comisaría de Rubí para regalarles un coche patrulla de juguete que pertenecía al pequeño junto a una fotografía y un mensaje: “A partir de ahora tenéis un ángel de la guarda más. Os protegerá cuando lo necesitéis, como vosotros habéis hecho con tantísima gente estos días”.

Crédito de la imagen: Jordi Cotrina El Periódico