Remedios naturales contra el jet lag

Ningún animal está preparado para cambiar de huso horario tan bruscamente en tan poco tiempo

No es una resaca de las gordas pero casi. El desfase horario, conocido popularmente como jet lag, tiene lugar cuando tus ritmos circadianos naturales se van a la mierda como consecuencia de atravesar rápidamente varios husos horarios. A las diez de la mañana estabas en Madrid o en Barcelona y a las cinco de la mañana del día siguiente estabas en Vietnam. Por el camino, dentro del avión, te has comido unas cuantas horas de lo que sería tu día habitual y ni tu mente ni tu cuerpo saben ya en qué momento están ni qué hormonas deberían verter a tu sangre. Y sientes cansancio, hiperactividad, fatiga, dolor de cabeza, dolor de estómago y un ánimo derruido. Todo a la vez.

Pero no puedes evitarlo. Lo que sí puedes hacer es implementar una serie de remedios naturales proporcionados por las expertas de Poosh para que se te pase lo antes posible. ¿El primero de ellos? No compensar el cansancio con bebidas estimulantes. Sí, a causa del cambio en el huso horario tienes un sueño demoledor y crees que la cafeína o la teína lograrán compensarlo y permitirte reajustarte al nuevo escenario, “pero esto en realidad se lo pone más difícil al cuerpo y confunde aún más tu ritmo circadiano”. Así que nada de experimentos con tu sistema nervioso: limítate a beber mucha agua y a tomarte un batido de verduras verdes. Sus nutrientes te equilibrarán.

Si te ocurre todo lo contrario, si es de noche en tu lugar de destino y tienes menos sueño que un búho, puedes echarle una mano a tu cuerpo con algún suplemento natural de melatonina. No obstante, y mejor que esto, es la actividad física. Y no, no te estamos diciendo que te pongas a correr por las calles de una ciudad que visitas por primera vez en plena noche ni que hagas series de flexiones en el pasillo del hotel, pero un buen paseíto para oxigenar el cerebro y cansar tus músculos te vendrá bien. De hecho, y ante la previsión de un escenario así, desde Poosh recomiendan “levantarse cada 30-60 minutos durante el vuelo para ponerse de pie, estirarse y caminar un poco”.

Por último, desde dicho medio aconsejan llevar un poquito de aceite esencial de lavanda encima. “Si bien los estudios no han explorado el uso del aceite de lavanda para el desfase horario, existen investigaciones preliminares que sugieren que el aroma de lavanda puede mejorar la calidad del sueño”. A partir de aquí, y teniendo en cuenta que ninguno de estos remedios son milagrosos, te toca aguantar un poco hasta que tu cerebro logre readaptarse al nuevo huso horario. A veces un par de días. Otras veces hasta una semana. Con suerte, estarás un mínimo de diez días o una semana de vacaciones en la otra punta del mundo y lograrás disfrutar de ella sin jet lag. Paciencia.