¿Nos hemos puesto las pilas con la sostenibilidad muy tarde? Sin duda. ¿Mejor tarde que nunca para intentar limitar el calentamiento global y con ello todas las movidas climáticas y sociales derivadas de ello? Sin duda también. No podemos permitirnos desentendernos. No puedes permitirte desentenderte. Y lo sabes: llevas un tiempo reciclando en casa, teniendo más cuidado con el consumo energético y tratando de ir en bicicleta o en transporte público a la universidad o a la oficina. Muy bien. Sin embargo, hay otra posibilidad ecológica a tu alcance que no estás aprovechando demasiado: la de comprar tecnología de segunda mano en lugar de irte a por productos nuevos.
Y el impacto de esta decisión es increíble. Según un informe medioambiental elaborado por la web Milanuncios, del que se hacen eco desde La Vanguardia, “optar por la segunda mano implica un ahorro gigantesco en el proceso productivo, ya que se trata de materias y recursos claves que ya fueron explotados en una primera ocasión”. En concreto, parece que solo las ventas de tecnología de segunda mano de esta web han supuesto ya un ahorro de 7.606,77 toneladas de dióxido de carbono para la atmósfera. Ahora súmale el ahorro de otros portales de España, de otros portales de otros países de Europa y de otros portales de otros países del mundo. Es mucha tela.
Otros problemas de la tecnología
Porque esto tienes que saberlo: la industria tecnológica es una de las más contaminantes que existen. A ello debes sumarle la oscuridad ética que rodea la extracción de algunos de los minerales claves para dicha industria como es el coltán. La explotación de mano de obra está casi garantizada. Y la destrucción de algunos hábitats y comunidades. En este sentido, heredar un iPhone de segunda mano, o un PC reciclado para poder jugar al Elden Ring, es una manera estupenda de no ahondar más en estas problemáticas. Ese iPhone ya fue fabricado. Ese PC ya fue fabricado. Están ahí. Nadie los está utilizando. No los dejes morir en un vertedero cuando aún tienen futuro.
Por supuesto, esto requiere un cambio de mentalidad muy profundo. Por un lado, formatear esa parte del cerebro que tiene asimilado, a causa de la publicidad y las redes sociales, que tener lo último en tecnología es imprescindible para alcanzar la plenitud vital. Por otro lado, formatear esa otra parte del cerebro que tiene asimilado que la segunda mano no es fiable. Porque es una mentira. Es el sistema dándote más y más razones para irte a la tienda multinacional de turno a pillarte el nuevo modelo de turno. Sin duda, es hora de cambiar el chip y empezar a sentir más orgullo de hacer las cosas bien, de cuidar del planeta y de la gente, que de lucir la tecnología punta.