La visita de tiburones a las playas españolas y del Mediterráneo se ha convertido en una inesperada sorpresa de este verano. En junio, uno de dos metros se dejó ver por Oleiros (A Coruña) y en marzo otro en Menorca. Durante el mes de julio se han sucedido visitas en la playa de Sa Riera de Begur, el pasado día 27, de dos tintoreras, unos días antes en Port de la Selva, de nuevo dos de la misma raza, y dos semanas atrás en Portbou, también en el litoral catalán.
La durísima imagen de principios de junio en que a un joven turista ruso lo mataba un tiburón en una playa de Egipto despierta, como es lógico, cierto pánico. Hasta el punto que algunas de las playas catalanas con ataques de tiburones las han cerrado durante uno o dos días de manera preventiva. Pero, ¿son tan peligrosos estos tiburones? ¿Qué podemos hacer si nos acecha uno? ¿Por qué están llegando a las costas catalanas y españolas?
Razones por las que los tiburones se acercan a la costa
Según apuntan los expertos de varios medios, el calentamiento global y la sobrepesca empujan a estos escuálidos a buscar comida más allá de su hábitat natural, donde podrían estar disminuyendo. Pero también el ritual de apareamiento veraniego que se da cada año en primavera y verano en el estrecho de Gibraltar y que, una vez desviados de su ruta, podría llevar a los tiburones a otras playas cercanas.
El apareamiento implica mordiscos y heridas, son un poco bruscos en el amor, y el estado de salud, cuando el animal está herido, también lleva a los tiburones a buscar la costa para morir. Además, son animales curiosos que pueden sentirse atraídos por objetos en la costa o en la superficie del agua, según apunta un artículo reciente del Periódico de España, de Prensa Ibérica como Código Nuevo.
En declaraciones a 20 minutos, el catedrático en biología marina de la Universidad de Sevilla José Carlos Garciá Gómez asegura que “no se trata de un problema recurrente” y apunta a la “subtropicalización del Atlántico” como uno de los motivos que les lleva a buscar comida en otras áreas. El mismo experto apunta a que la tintorera no es una especie peligrosa de la que debamos tener miedo.
Ni la tintorera, ni el cazón, ni la pintarroja, los más habituales en las costas españolas, son una amenaza para el ser humano, apuntan algunos expertos. Con todo y con eso, mantener la calma, alejarse lentamente, no tocar ni alimentar al animal y avisar a los socorristas son los principales pasos a seguir si se avista un tiburón. Pero es verdad que por mucho que digan los expertos, no debe ser muy fácil mantenerse tan tranquilo con un tiburón a pocos metros de ti.