Estas son las diez empresas textiles más contaminantes del mundo

Ninguna otra se acerca siquiera a las dos primeras (y sí, probablemente sean las que estás pensando)

La industria de la moda es una de las más contaminantes del mundo. Consume muchísima agua, genera una cantidad abismal de residuos y es responsable de aproximadamente el 10% del carbono emitido a la atmósfera. Por supuesto, en los últimos tiempos están surgiendo marcas con un enfoque sostenible, además de que muchas de las grandes multinacionales del sector afirman estar actuando para reducir su huella de carbono cuanto es posible. Pero no parece ser suficiente: un gráfico elaborado por el portal de datos Visual Capitalist respecto al año 2022 muestra lo mucho que siguen contaminando algunas de las marcas más reconocidas del sector.

Con Nike a la cabeza. Sí, su ropa mola muchísimo y da gusto llevarla puesta, pero es una empresa que emite anualmente más de 18 toneladas métricas de dióxido de carbono. Muy cerquita anda Inditex con 17,7 millones de toneladas: Zara, Berskha, Pull&Bear... Todas esas tiendas tan fast fashion que siempre andan llenas de gente. Son, con una enorme diferencia, las dos empresas textiles más contaminantes del planeta. Sus dos respectivos archicompetidores ocupan la tercera y cuarta plaza. Se trata de Adidas, que en 2022 emitió 7,7 millones de toneladas de CO2, y H&M, que hizo lo propio con 7,6 millones. Las cuatro solas se bastan para agravar bien la crisis climática.

¿De dónde procede toda la contaminación?

Aunque el resto de grandes marcas también colabora a su manera: este nefasto top diez lo completan LVMH (6,9 millones), Fast Retailing (6,2 millones), Kering (2,9 millones), Cintas (1,8 millones), Lululemon (1,7 millones), TJX (1,2 millones) y Ross (0,6 millones). Lo curioso, tal como explican desde Xataka, es que en la tabla producida por Visual Capitalist “se habla de tres alcances: de tipo 1, 2 y 3, siendo mucho, muchísimo mayores las toneladas métricas de CO2 en el alcance 3” para todas las marcas textiles. ¿Y qué significa eso? Pues que la huella de carbono de estas compañías procede principalmente de emisiones indirectas durante procesos que no controlan.

“Por ejemplo, “la extracción o producción de materias primas que compra la empresa o la gestión de residuos”, añaden desde este medio. Son, por lo tanto, números mucho más difíciles de medir que los de las emisiones indirectas asociadas a la energía (alcance 2) y que las emisiones directas (alcance 1), “por lo que los datos de alcance 3 pueden estar sobre o subdimensionados”. Quizá contaminen un poquito menos de lo que refleja el gráfico. Quizás lo hagan muchísimo más. En cualquier caso, está claro que el sector de la moda necesita una vuelta de tuerca. Y la cultural social: esa obsesión por comprar ropa casi constantemente es enfermiza y muy destructiva.