En Corea del Sur pagas por los desperdicios que generas

70 euros de multa por cada vez que tiras basura de manera no autorizada

Imagínate un mundo en el que tuvieses que pagar por cada gramo de alimento que tiras a la basura. En el que no fuera gratis deshacerte de lo que tienes muerto de risa en la nevera. En el que te tuvieras que pensar muy bien cuánta comida te haces para la cena porque, de ser mucha y no poder terminártela y acabar en la basura, tendrías que ver cómo el dinero de tu cuenta baja. ¿Surrealista? Pues en Corea del Sur llevan más de una década implementando este sistema: su nombre es Weight Based Food Waste Fee y ha conseguido que un país que en la década de los 90’ estaba a la cola del reciclaje de residuos orgánicos se ponga a la cabeza milagrosamente. ¿Pero cómo funciona en realidad?

Como cuentan desde la BBC, “el sistema de pago por residuos de alimento varía según la región o distrito, pero en general hay tres opciones”, la primera de las cuales consiste en comprar bolsas autorizadas, depositar ahí los restos de comida y dejarlas en la puerta de casa para que el servicio municipal las recoja”. Unas bolsas cuyo precio varía en función de su tamaño y en consecuencia de la cantidad de comida que pueden albergar. En segundo lugar están las calcomanías, las cuales debes comprar y colocar en cada recipiente de residuos según su peso. Y en tercer lugar están las máquinas con identificación por radiofrecuencia que miden la basura y transmiten los datos a un centro remoto.

Una medida útil para el planeta

“Cada día pongo los residuos en un pequeño recipiente de acero. Y cada tanto lo llevo hasta la máquina cerrada. Esta se abre cuando coloco mi dirección o la toco con una de las tarjetas que me dieron al mudarme aquí y que identifican cada apartamento”, cuenta la periodista del servicio coreano de la BBC, Yuna Ku. Una vez la máquina pesa la basura y calcula el coste que debes pagar por ella, la añade a tu factura del agua. De esa forma, dice la propia Ku, “lo que pagas por mes depende de cuántos residuos tiras”, lo que lleva a la gente a intentar llevar a cabo una mejor planificación de sus compras en el mercado y de sus preparaciones de comidas para la semana. El planeta sale ganando.

Por un lado, porque se consumen menos recursos naturales y se contamina con menos gases de efecto invernadero. Por otro lado, porque ese conjunto masivo de residuos orgánicos que produce la sociedad se utiliza para alimentar animales de ganado, para abonar los cultivos y para producir biogás. ¿Pero y si no haces las cosas bien? En ese caso, apuntan desde este mismo medio, “si alguien elimina residuos de comida de forma no autorizada debe pagar multas” que pueden superar los 70 euros por cada vez que lo hace. Las empresas, por su parte, pueden tener que pagar hasta más de 7.000 euros. ¿Te imaginas este sistema aquí en España? ¿Lo abrazarías o lo odiarías?