Envenenar un rival con una pieza de ajedrez. Parece el guion de una peli de espías, pero se trata de un escándalo que ha sacudido Rusia en los últimos días. El ajedrez es uno de los deportes más prestigiosos y venerados del país, por lo que el suceso es doblemente grave. El escándalo comenzó cuando Amina Abakarova, una ajedrecista profesional de la república rusa de Daguestán, fue acusada de intentar envenenar a su rival durante un torneo regional.
El incidente ocurrió la semana pasada durante el campeonato regional de ajedrez en Daguestán. Abakarova debía enfrentarse a Umayganat Osmanova. En las cámaras se ve como antes de que la partida comenzara, Abakarova entró a la sala donde se jugaría y manipuló el tablero y algunas de las piezas de su oponente. Osmanova jugaba con las piezas blancas, y se veía como Abakarova ponía una sustancia desconocida sobre ellas.
Al rato, cuando ya había empezado la partida, Osmanova comenzó a sentirse mal y tuvo que retirarse, quejándose de náuseas y mareos. Impresionantemente, Osmanova vio unas extrañas bolas en un lado del tablero y empezó a sospechar que podría haber sido envenenada. Exactamente, lo mismo que pensaría cualquier otra persona en otro país.
Fue entonces cuando la organización del torneo revisó las cámaras de seguridad y vieron lo que había hecho momentos antes Abakarova. Recogieron muestras de la sustancia en el tablero, que actualmente están siendo analizadas. Aunque aún no se ha confirmado, se sospecha que la sustancia podría contener mercurio, entre otros compuestos tóxicos.
Osmanova fue trasladada inmediatamente al hospital, donde los médicos confirmaron que había sido envenenada. Mientras tanto, Abakarova fue detenida por la policía. Según explico Abakarova a las autoridades, su intención era asustar a su rival, pero no causarle daño grave. La mujer se pasó de frenada pensando que intentar envenenarla era una buena decisión.
A pesar de intentar excusarse, la gravedad de los hechos llevará a Abakarova a juicio, donde podría enfrentarse a una pena de hasta tres años de prisión. Además, ha sido suspendida temporalmente de todas las competiciones de ajedrez en Rusia. Mientras se lleva a cabo la investigación, la Federación Rusa de Ajedrez está considerando la posibilidad de descalificarla de por vida, lo que significaría el fin de su carrera en el ajedrez profesional. Los hechos han conmocionado a la comunidad ajedrecística y ha planteado serias preguntas sobre la ética y la seguridad en el deporte.