El método jelqing: el “supuesto” masaje para alargar el pene

Se trata de unos masajes que se realizan en países orientales y árabes y que prometen alargar el pene

Si te digo la palabra jelqing, puede que te suene a chino. Pero si te hablo de alargamiento de pene, puede que te suene un poco más. En las redes se han popularizado este tipo de ejercicios que prometen el alargar o aumentar el tamaño del pene de forma natural.

El origen de los ejercicios jeqling se sitúa en los países orientales y árabes. Esta práctica incluye desde masajes en el pene hasta colgarse objetos con la finalidad de alargar el pene. Sí, suena un poco doloroso, pero, por ejemplo, es en la India donde se cuelgan objetos pesados en el pene durante horas para provocar una distensión de los tejidos.

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Ahora bien, la otra opción (menos molesta) es la de realizar un masaje manual, con una dirección desde la base hasta la punta del pene. Es importante que para ello tengas una erección parcial. Así, debes colocar una mano en la base del pene y con la otra empujas la piel desde la base hasta el glande.

Hay que vigilar cuando se realiza el estiramiento, ya que si se imprime más fuerza de la que toca y el pene está totalmente erecto, existe un riesgo elevado de provocar un traumatismo; además de irritación, cicatrices, hematomas o lesiones de los vasos sanguíneos. Así mismo, la idea de engancharse un peso al pene es bastante mala, ya que puede acabar lesionando los tejidos internos y producir microtraumatismos, hematomas y microroturas.

¿Funciona realmente?

Pero la pregunta real es: ¿esto sirve? ¿tiene algún efecto contrastado? En el momento en que realices los ejercicios sí que tendrás la sensación de que ha aumentado la rigidez y el tamaño del pene, ya que el masaje favorece teóricamente a que empujar la sangre que se acumula en el pene para tener una erección.

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Pero, la realidad es que este cambio no es permanente, es decir, no se consigue alargar el pene para siempre. El pene está formado por tejido de músculo liso y no cavernoso, a diferencia de otras partes del cuerpo como los bíceps. Por lo que la estimulación del pene no hará que aumente como si se tratará de los bíceps o cuádriceps.

Además, no existen pruebas científicas de su eficacia. De hecho, solo se ha realizado un único estudio que se publicó en 2015 y concluía que más del 80% de los pacientes que habían probado el jelqing pero no había datos ni de tasas de éxito ni de si existían efectos secundarios.