El sexo es muchísimo más que mero ejercicio físico, pero también es, y mucho, ejercicio físico. Y cuando no has estado en buena forma lo has notado bastante: posturas en las que sufrías tirones a las primeras de cambio, posiciones a las que directamente renunciabas para no pasarlo mal y momentos de asfixia cardiovascular tras unos cuantos arreones. Estar físicamente a tope marca la diferencia. En tu placer y en el de la otra persona. Y es especialmente importante tener unos cuantos músculos específicos a tono, entre los que se encuentra, según cuentan las expertas de la revista digital Poosh, los músculos de la cadera, cuyo fortalecimiento “puede hacer maravillas en tu vida sexual”.
”Tener las caderas apretadas durante las relaciones sexuales puede dificultar permanecer en ciertas posiciones, explorar otras nuevas y, a menudo, puede impedir que estés presente en el momento debido a la incomodidad. Al estirarte constantemente, obtienes una mayor flexibilidad y rango de movimiento”, cuenta la entrenadora de pilates Jacqueline Lloyd en el citado medio. Además, una cadera fortalecida es asimismo responsable de un mayor equilibrio, una mejor postura corporal, una disminución de los dolores tanto de la propia cadera como de la espalda baja e incluso una reducción del estrés. Los músculos agarrotados influyen más de lo que crees en tu salud mental.
Entonces, ¿cómo tener una cadera bien potente? Tienes varios ejercicios a tu disposición. Uno de los más importantes es el llamado plegado hacia adelante con pierna ancha. Para realizarlo, ponte de pie con las piernas abiertas más allá de la altura de los hombros y dóblate hacia adelante “llevando la coronilla y las palmas de las manos hacia el suelo”. Aquí es clave que presiones la cadera hacia el techo y que permitas a la parte superior de tu cuerpo colgar entre tus piernas sin ninguna tensión. Bastarán entre 15 y 30 segundos. No olvides inspirar por la nariz y espirar por la boca con tranquilidad. Cuanto más acompases tu respiración y tu mente con tu cuerpo mucho mejor.
Otro muy bueno es el estiramiento del flexor de la cadera estocada. En este debes ponerte de rodillas, pero con una pierna hacia adelante para formar un ángulo recto. Una vez ahí, y con la columna erguida y las manos apoyadas en el muslo flexionado, mueve tu peso hacia adelante con cuidado permitiendo que tus caderas se hundan en el suelo. Otros 15/30 segundos y ya. Por último, tienes los círculos de cadera cuadrúpedos. Para ello, ponte a cuatro patas, levanta una pierna hacia un lado y “gírala desde la cavidad de la cadera hacia atrás con los dedos de los pies hacia arriba y la rodilla hacia abajo”. 10 círculos con cada pierna serán suficientes. Buen sexo y que las caderas te acompañen.