Salir con un chico más bajito: por qué sigue siendo un problema para muchas chicas

La construcción del deseo y la presión social influyen mucho en como consideramos si alguien es atractivo

Es un prejuicio que lleva años arrastrándose y parece que el feminismo tampoco lo acaba de quitar de en medio: salir con un chico más bajito que tú. O la otra variante: dejar de ponerte tacones para no ser más alta que tu novio/ligue. A pesar de que se trata de un estereotipo que todas sabemos que no tiene ni pies ni cabeza, parece que sigue siendo determinante para muchas. Solo hace falta ver como la mayoría de hombres ponen su estatura en la descripción de Tinder y Bumble.

Lo cierto es que hay muchas mujeres que aunque lo intenten se encuentran con la situación de que un chico les puede parecer encantador y cuando se lo encuentran en persona y ven que es más bajo pierde todo el atractivo. ¿Cómo se puede luchar contra eso? Lo cierto es que el deseo, al igual que el atractivo, tiene una parte que está influida por la construcción social. Cuando buscamos una pareja “ideal” por desgracia la buscamos pensando más en lo que dirá o representará de nosotros, esa persona que no en lo que es y nos hace sentir. Así pues, cargamos con siglos de patriarcado retratando que el hombre debe ser el proveedor y el protector, por lo que debe de superar en tamaño a la mujer.

Seguramente esta premisa se ha repetido como un mantra al lo largo de estos últimos años, pero si en todas las películas que vemos desde niñas (de Disney a las típicas de románticas) él es más alto que ella, es difícil no educar al ojo de otra manera. Aunque igual que se ha “acostumbrado” a que eso es lo atractivo, también puede desacostumbrarse. Muchas veces es tan fácil como superar nuestros propios prejuicios y dejar que la cosa fluya. Sí, resulta que el chico que te gusta es unos centímetros más bajitos que tú. ¿Y qué? La cuestión es que seas feliz.

Muchas veces, lo que realmente limita ya no solo son las construcciones sociales, sino la presión social. Como comentábamos antes, a veces cometemos el error de buscar una pareja para proyectar un estatus social, un encaje en la sociedad, en lugar de centrarnos en buscar una pareja como alguien con quien nos sintamos bien y seguros.

Esta presión social es la misma que después también hace que muchas veces dejemos de ponernos esos tacones que tanto nos gustan solo para evitar parecer más altas que nuestra pareja. Por miedo a que quede “poco estético”. Pues no, al igual que a la hora de elegir pareja debemos guiarnos por lo que nosotros queremos, también debemos hacerlo con la ropa y los zapatos.