Es uno de los monstruos más aterradores que rondan tu vida. Casi puedes ver sus ojos rojos en la oscuridad cuando te concentras y te pones a pensar en él: el desamor de una ruptura. Tan dañino. Tan impasible. Tan inmediatamente devastador. No obstante, como explican en Inverse, “las consecuencias inmediatas no tienen por qué causarte daño a largo plazo” cuando consigues transitar una ruptura saludable, una en la que dejes de lado ese impulso inconsciente de culpar a tu pareja o de tu culparte a ti mismx para entregarte a algo mucho más productivo y positivo: el consumo y la construcción de relatos de crecimiento personal. En esas historias de superación está la cura para el desamor.
Es una de las conclusiones clave de una investigación llevada a cabo por científicxs canadienses y australianxs: las personas “más capaces de experimentar una transformación personal positiva tras la ruptura fueron aquellas que buscaron comprender su experiencia, aprender de su dolor y cambiar el comportamiento negativo que aportaron a la relación”. Somos seres narrativos. Seres que abandonaron las selvas contando y escuchando relatos cohesionadores que daban sentido a las cosas. Y eso es lo que necesitas cuando estás deprimidx porque una relación se ha ido a la mierda: historias constructivas. Es lo que en psicología se denomina como terapia narrativa. La magia de los relatos.
”Este tipo de terapia conecta con la idea de que las personas usan sus historias de vida como herramientas para generar significado y ayuda a las personas a deconstruir sus narrativas problemáticas”. En ese sentido, la idea de una terapia como esta es transitar hacia historias sanas de mayor calidad. Y, muy importante, historias que sean útiles para ti. A fin de cuentas, cada persona es un mundo y ciertos relatos pueden tener un impacto positivo en una y un impacto negativo en otra. Pero ojo: algunas historias son tóxicas siempre, como aquellas que te posicionan en el papel de víctima máxima o en el papel de arrepentidx total. No te ayudarán a superarlo. Solo te obstaculizarán más.
¿Pero cómo ayudarse de las historias? Un buen método consiste en escribirlas: escribe un diario de ruptura centrándote en aquello que sacas en positivo de la misma. Aunque sean pequeños detalles. Poco a poco irán apareciendo más rayos de luz. Este acto, el de poner negro sobre blanco los beneficios de la experiencia para tu persona y tu vida, te darán una lectura optimista de tu situación que te facilitará el proceso. Por otro lado, disminuirás la intensidad de la rumiación mental, uno de los grandes secuaces del desamor. Como dice el escritor Gran Morrison en su Supergods, “vivimos en las historias que nos contamos a nosotros mismos”. Así que cuéntate buenas historias. No cuentos de terror.