‘Paperclipping’: cuando te habla solo para mantenerte disponible

Quiere saber en qué página estás para poder volver a ti cuando le convenga

Otra vez esa persona. Tuvisteis un rollo hace unos años y, desde entonces, y cada cierto tiempo, aparece por alguna de tus redes sociales o por Whatsapp para decirte cualquier tontería. A veces un cómo va todo. Otras un GIF graciosete. Y otras algún artículo de internet que te comparte como diciéndote mira esto me he acordado de ti. Pero nada es tan aleatorio. Nada es tan espontáneo. En realidad, y en el fondo de tu corazón lo sabes muy bien, todo forma parte de una estrategia despreocupada para mantenerte disponible por si en algún momento le haces falta para sentirse menos solx o follar un ratito. Es lo que actualmente se conoce como hacer un paperclipping.

Como explica el experto Bruce Y. Lee en una publicación para Psychology Today, “paperclipping es cuando alguien que conoces aparece de vez en cuando en una o más de tus plataformas de mensajería para hacerte algunas preguntas frívolas tipo hola, ¿cómo estás? De todos modos, el punto común es que cuando respondes a la pregunta planteada, la conversación rara vez termina yendo muy lejos. De hecho, es posible que ni siquiera obtengas una respuesta a tu respuesta”. Porque nunca fue su intención llevarte de vuelta a su vida. Simplemente quiere poner un clip en la página que representas en el libro de su vida para saber volver siempre que lo necesite.

Cómo acabar con el ‘paperclipping’

Y esto no quiere decir que todo el mundo que escribe mensajitos cortos esté practicando el paperclipping. Algunas personas son introvertidas y se muestran tímidas al principio. No pasa nada. No hay que forzar el ritmo de las cosas. Pero cuando este hablar menudeces y desaparecer se convierte en una constante a lo largo de los meses y de los años, ten por seguro que tienes un clip encima de la cabeza. En el momento en que te das cuenta, dice el propio Lee, tienes tres alternativas: “involucrarte en el intercambio frívolo periódicamente, ignorarlo o desafiarle preguntándole por qué te minimensajea pero no entabla una conversación” de verdad. Tú eliges.

A primera vista, la tercera opción parece la más sensata. Es una manera de exponer al paperclippinger. No obstante, y si tiene labia, puede que termines más confusx aún de lo que estabas antes de preguntar. Así que la segunda opción tampoco suena mal. A fin de cuentas, lleva mucho haciéndote esa mierda: se merece tu indiferencia. Y la primera puede ser una opción inteligente cuando tu también le haces paperclipping y ambos os tenéis ahí solo por si acaso. Es un quid pro quo en el que nadie sufre. Eso sí: si tú sientes algo más no entres al juego porque no vas a salir bien de ahí. No sería una partida igualada. No estarías jugando con las mismas reglas.