Muestras de bombardeo de amor que deben hacerte sospechar

No son fruto de un hondo sentimiento, sino de un carácter enamorizado o, peor aún, narcisista

El verdadero amor se filtra en el día a día sin estridencias ni fuegos artificiales. En una escucha activa mientras cocináis. En un levantarse e ir a la cocina a por un vaso de agua en mitad de la noche para la otra persona. En un tener en cuenta los sentimientos y deseos de la otra parte. Y así crece. Pasito a pasito. Pequeño instante a pequeño instante. Con humildad. Por el contrario, las grandes manifestaciones de amor, ese rollo ultraromántico de afirmaciones absolutas que tanto molan en las comedias románticas, suelen ser cosa de gente manipuladora que gusta de elevarte a los altares para, en el momento menos pensado y cuando le convenga, dejarte caer estrepitosamente al suelo.

Es lo que la psicoterapeuta Erin Leonard califica de bombardeo amoroso. Una muestra clara es el discursito de nunca he conocido a nadie como tú. Sobre todo durante los primeros compases de vuestra relación. Es demasiado grandilocuente. Y excesivo, porque tú sabes que aún no sabe lo suficiente de ti como para fliparse tanto. Así que una de dos: o es una persona megaenamoradiza o es una persona que sabe cómo regalarte el oído para tenerte en su bolsillo cuanto antes. Por el contrario, alégrate de quien te halaga con comentarios más específicos y más modestos como me gusta cómo te tomas las cosas, qué bien se te da escuchar o me haces reír muchísimo. Simple y honesto.

Junto a la anterior, Leonard coloca otra frasecilla de esas de novela barata: eres la única persona que realmente me ha entendido. Porque o es una persona extremadamente complicada que se lo ha puesto muy difícil a sus anteriores parejas o está queriendo hacerte sentir especial a las primeras de cambio para engancharte. En palabras de la propia terapeuta, “te está dando más estatus que a nadie en su vida, lo cual no es realista”. Al menos hasta que transcurran unos años juntxs. Y entonces, con bastante probabilidad, no hará falta andar soltando estas frases y será un hecho sabido por ambxs sin necesidad de palabras. La profundidad requiere tiempo. No sensiblería fake.

Y para terminar tienes la más flipada de todas: nunca amaré a nadie más como te amo a ti, la cual suele ir muy de la mano de aquellas otras de estaremos juntos para siempre y tú eres la única persona para mí. Comentarios que, a menos que tengas doce años, sabes perfectamente que están hechos de un finísimo papel cebolla que cualquier ráfaga de viento puede llevarse consigo. Porque nadie puede albergar certeza de que sean ciertos. Nadie. Por muy hondo que sienta lo que sienta. Así que desconfía. Como cierra Leonard,”distinguir la idealización de las validaciones auténticas puede ayudarte a esquivar a un narcisista antes de que sea demasiado tarde”.