El rasgo psicológico que nos ayuda a tener mejores relaciones de amistad

La similitud entre personalidades no es la clave de la satisfacción en las relaciones.

El debate siempre ha estado ahí: ¿es mejor tener relaciones de amistad con personas muy similares a ti o con personas muy diferentes a ti? La respuesta de la ciencia puede ser ciertamente decepcionante: no importa demasiado porque en realidad, y como acaban de demostrar dos investigadores alemanes especialistas en psicología a través de un estudio reciente, la percepción de la calidad de una relación no depende de las similitudes y diferencias, sino del grado de extroversión individual. Si eres alguien muy abierto al mundo, muy social, muy conectado con las personas que hay a tu alrededor, probablemente sientas que tienes unas muy buenas amistades. Da igual cómo sean las mismas.

¿Raro no? Pero totalmente cierto. En concreto, y como explican desde El Confidencial, medio que difunde primero los resultados del estudio, “los investigadores realizaron una encuesta a casi 200 parejas de amigos con un promedio de diez años de duración en la que preguntaron sobre sus rasgos de personalidad y los que creían ver en sus amigos”, así como acerca de su satisfacción con la amistad tanto en términos de cuidado emocional como en términos de pura diversión. Y no hubo duda: las personas que se autoperciben como más extrovertidas tienden a percibir asimismo sus amistades como más satisfactorias. Incluso si estas son con personas mucho más introvertidas.

Por qué las personas extrovertidas lo tienen más fácil

Del mismo modo, estas personas también eran consideradas mejores amigos muy a menudo, lo que indica una clara predisposición positiva hacia los rasgos extrovertidos de la personalidad en nuestra sociedad actual. Por el contrario, las personas muy introvertidas, que están más habitualmente en un segundo plano, preservando más intensamente su intimidad y no compartiendo tanta información emocional, son percibidos como buenas amistades pero no tanto. Si esto responde a una cuestión biológica o puramente cultural no lo sabemos porque no se han realizado estudios al respecto de momento. En cualquier caso, no hay duda de que el mundo moderno endiosa el aperturismo.

Así que no te rayes si conoces a alguien muy diferente a ti o muy parecido a ti y piensas aquello de no vamos a encajar. Como subraya en Aeon el neurocientífico Christian Jarrett, quien hace un meta análisis de todos los estudios disponibles sobre este tema, “la similitud entre las personalidades es un factor importante que se pierde con el tiempo”. Al fin y al cabo, las personas cambian cada día y, sin embargo, las relaciones, o al menos muchas de ellas, se mantienen durante años e incluso décadas. Lo importante está en ser capaz de compartir lo que hay en tu interior con la otra persona. De hacerle partícipe de tu mundo y de que te haga partícipe del suyo. Eso es la amistad.