La sociedad lleva décadas ya solicitando una mayor igualdad dentro de las empresas. Y con cada vez más fuerza. Ante este panorama, muchas de ellas han escuchado e iniciado una senda de profunda transformación cultural y laboral, pero otras, desgraciadamente, han elegido seguir en sus treces y mantenerse tan tradicionalistas como siempre. Lo que estas últimas no saben es que, según una investigación llevada a cabo por el doctor en ADE David P. Daniels junto con otros expertxs estadounidenses, las empresas que apuestan por una mayor igualdad para las mujeres y los hombres en términos tanto de presencia como de posibilidades de liderazgo ganan muchísimo más dinero.
Y la clave parece estar en las acciones. Según cuenta el propio Daniels en una publicación para Psychology Today, “en nuestro primer estudio realizamos un análisis empírico de las reacciones de los precios de las acciones a los informes de diversidad de las empresas y descubrimos que cuando el informe revelaba cifras relativamente bajas de diversidad de género en la fuerza laboral desencadenaba una reacción negativa en el precio de las acciones, mientras que las cifras relativamente altas desencadenaban una reacción positiva”. O dicho de otra manera: lxs inversorxs consideran que las empresas diversas tienen más potencial de futuro y prefieren apostar por ellas.
¿Buenas noticias para todxs o solo para las empresas?
Pero no se trata de un fenómeno sutil ni mucho menos. “En el caso de las empresas financieras como JPMorgan o Blackrock, estimamos que un punto porcentual más de diversidad de género podría aumentar su valoración en bolsa en 18,7 millones de dólares. En el caso de las empresas tecnológicas como Google o eBay, podría aumentar su valoración en unos colosales 152 millones de dólares”. Es un dineral. Es un factor de competitividad tremendo. No obstante, cabe preguntarse qué lleva a lxs inversorxs, cada unx de su padre y de su madre, cada unx con su propia ideología, cada unx con su propia visión, a percibir la igualdad con tantísima positividad.
Las respuestas son preliminares pero están ahí. Según las conclusiones del estudio, publicado en la revista especializada Organization Science, “las apuestas de los inversionistas estaban vinculadas a sus intenciones o creencias sobre las posibles ventajas de la diversidad” como esa de que “las empresas más diversas son más creativas”. También a la percepción de que invertir en empresas diversas es más ético. Y, también, y como ya habrás podido imaginar, siguiendo una lógica de mercado y apostando por lo que saben que quiere la mayoría de la sociedad, con independencia de si están de acuerdo o no con esa igualdad. Sea como sea, merece ser celebrado.