Reconócelo: eres de esas personas que se tragan la saga entera de Harry Potter al menos una vez al año. Da igual que te sepas de memoria los diálogos. O que no quede ni un pequeño detallito de ningún fotograma que pueda sorprenderte. O que hayas cumplido ya tantos años que eso de creer en las varitas y los hechizos quede muy lejos. Lo haces desde la nostalgia. Un sentimiento relacionado popularmente con la tristeza, el estancamiento en el pasado y la inacción para la construcción del futuro. No obstante y como cuenta el psicólogo existencial Clay Routledge en un artículo para The Conversation, la nostalgia no tiene nada de improductiva: es un maravilloso motor para el cambio.
Sí, es un sentimiento que aparece con más frecuencia e intensidad en los momentos más duros de tu vida. En palabras del propio Routledge, “las personas declaran sentir más nostalgia del pasado cuando atraviesan situaciones difíciles que amenazan su bienestar y hacen que el futuro parezca oscuro, como perder el trabajo, tener problemas de salud, divorciarse o estar de luto por la muerte de un ser querido”. Sin embargo, y esta es la clave de todo este asunto, esa nostalgia que brota de la negrura no paraliza, sino que fomenta un sentimiento muy necesario de esperanza. Tu mente acude a todos tus buenos recuerdos para demostrarte que la vida puede ser increíble.
Pero la nostalgia no ayuda únicamente en momentos de sufrimiento. El autor del artículo lideró, junto con otrxs dos investigadorxs más, un estudio sobre el poder motivacional de esta emoción. Así, describe Routledge, descubrieron que “los participantes que habían pensado en un recuerdo nostálgico se sentían más capaces de alcanzar objetivos sociales y resolver problemas de pareja que quienes habían pensado en un recuerdo ordinario”. Quizás te suene exagerado, pero esas horas disfrutando de las aventuras de Harry, Hermione y Ron te ayudan en tu carrera universitaria, en tus proyectos profesionales, en tus relaciones sociales y en cualquier otra meta que te plantees.
También escuchar a los Back Street Boys, ver Friends por enésima vez o charlar con tus colegas de aquellos momentos memorables que tenéis juntxs. El alcance de la nostalgia es tremendo. Según Routledge, “la reflexión nostálgica también aumenta la sensación de inspiración, fomenta una actitud optimista, mejora la autoestima, impulsa la creatividad y aumenta la apertura a nuevas experiencias”. Su influencia es muy amplia y variada. Así que no te rayes si te acusan de vivir demasiado en tu pasado. Cuando lo haces estás, aún inconscientemente, buscando vitalidad y buena vibra para encarar tu presente y tu futuro. Tu energía está en todo lo bonito que viviste. Y está genial.