Razones por las que te encantan las pelis románticas

Sus historias son universales, positivas, predecibles y absurdamente mágicas. Y a tu cerebro le encanta

A algunas personas les cuesta admitir lo mucho que les emocionan las comedias románticas. Especialmente si son hombres. Aún quedan en pie muchas chorradas acerca de la masculinidad, la sensibilidad amorosa y el llanto. Una pena. Y una mentira que no engaña a nadie. Porque sí, puede que exista gente a la que no le gusta el género para nada. La diversidad siempre está ahí. Pero son muy pocas. Como asegura Aditi Subramaniam, neurocientífica del Instituto nacional de Salud Mental y Neurociencia de la India, estas películas poseen unos cuantos ingredientes que hacen que sus historias conecten con prácticamente todo el mundo. No eres tú. Las comedias románticas tienen muchísimo gancho.

En primer lugar porque giran alrededor de emociones universales. En palabras de la propia Subramaniam, "es sorprendente la facilidad con la que puedo identificarme con las emociones que experimentan los personajes a pesar de tener muy poco en común con ellos". Pero es que no importa cuánto trates de ocultarlo, si es que tratas de hacerlo: has experimentado los mismos deseos, los mismos sentimientos, los mismos sufrimientos, las mismas decepciones y las mismas frustraciones en torno al amor que el resto de los mortales. Has triunfado y fracasado en muchísimas ocasiones. ¿Cómo no vas a empatizar full con ese personaje envuelto en dolor por haber sido abandonadx?

Sensación de recompensa

Pero las comedias románticas suelen terminar bien. Es parte de su encanto: los dramas emocionales que atraviesan sus personajes tiene una recompensa final en forma de conquista, reconciliación o autoreafirmación. Y ese es el segundo ingrediente clave según esta experta, el hecho de que sean tan reconfortantes. "A veces todo lo que necesitamos es el sentimiento cálido que nos dice que todo está bien en el mundo". Y nada tan ingenuamente optimista como una comedia romántica. Ahí, en esa suspensión voluntaria de la incredulidad, en ese creerlo todo porque sí, reside otra de las claves de tu amor por el género. Tu yo adulto baja sus defensas racionales y abraza la magia.

Por último, hay que tener en cuenta que esas travesías de los personajes que acaban bien son muy similares en todas estas películas, lo que te proporciona asimismo una agradable sensación de familiaridad. Te sientes en casa. Como escribe Subramaniam, "en un estudio que analiza la tendencia de las personas a volver a ver sus pelis favoritas, los autores describen lo que denominan control experiencial: ser capaz de predecir el final puede ayudar a proporcionar un efecto calmante, dado que sabemos cómo nos vamos a sentir al final". Y habrá ocasiones en que quieras un thriller misterioso que te mantenga totalmente alerta, pero en general te flipa saber que la cosa irá bien. No te resistas.