Despertarse todos los días con una melodía molesta (porque no hay manera de que no sea molesta después de unas semanas siendo lo que te saca del dulce sueño) resulta de lo más antinatural. Hasta la llegada de los tiempos modernos, los seres humanos solían salir de la cueva o de donde sea que descansaran simplemente cuando sus cuerpos se lo pedían. Esto, sin embargo, no es posible en el mundo contemporáneo: aquí hay unos horarios elegidos por otras personas a los que debes amoldarte. La pregunta: ¿puedes cumplir con esos horarios, despertarte por las mañanas a la hora que necesitas despertarte, sin la indeseable ayuda de la alarma de tu móvil? Y tanto que puedes.
Pero para ello debes aplicar una serie de recomendaciones claves, la primera de las cuales, informan desde el medio digital BestLife, consiste en mantener un horario de sueño constante ya que, apunta la consultora del sueño Georgina Wysiecki, “ayuda a tu cerebro a separar el día de la noche, a relajarte para dormir y al mantenimiento de ritmos constantes”. Tu cerebro está diseñado para asimilar hábitos. Entrénalo. Pero eso sí: asegúrate de que ese horario de sueño constante te proporciona un descanso reparador. Si intentas implantar en tu mente un tipo de ciclo de sueño deficiente probablemente no lo asimile bien. Tendrás muchas dificultades para despertarte por voluntad propia.
Para facilitar esto, además, desde el citado medio aconsejan trabajar en el diseño del entorno de sueño. En palabras del consejero médico James Walker, “crea un ambiente propicio para dormir manteniendo el dormitorio fresco, oscuro y silencioso” a través del uso de cortinas, de antifaces, de tapones para los oídos o de velas aromáticas. Es importante que tu cuarto promueva el buen descanso. Como también lo es que entre luz natural por la mañana. A fin de cuentas, la luz solar produce efectos fisiológicos en tu organismo, mediante lo cual promueve la regulación de la energía y de la necesidad de descanso. Cuanto más te acerques a la higiene del sueño de un prehistórico, mejor.
Por último, y en tu carrera por conseguir despertarte por tu propia cuenta, sin ayuda de la tecnología, debes vigilar dos cuestiones básicas. Por un lado, el uso de dispositivos electrónicos por la noche. La luz azul que emiten, escriben en BestLife, “puede engañar a tu cerebro para que piense que todavía es de día, lo que ralentiza la producción de melatonina y dificultad que te quedes dormido”, lo que a su vez dificulta que descanses bien y te levantes de forma natural cuando deseas. Por otro lado, está el estilo de vida. Comer a horas regulares, evitar la cafeína y el alcohol y realizar actividad física regular también contribuirá a que te conviertas en tu propio despertador. Debe molar mucho.