Por qué las principales víctimas de suicidio son hombres (y cómo el feminismo podría remediarlo)

Los roles de género hacen que los hombres sean mucho más vulnerables al suicidio y, precisamente, es el feminismo el principal movimiento que los combate
Maksym Kaharlytskyi

La primera causa de muerte en los hombres menores de 45 años es el suicidio. Por cada 100.000 hombres, 15 mueren por suicidio. Esta es la media mundial; en España son 9 por cada 100.000, en Rusia y Lituania, 48. La cifra más alta. Sin embargo, las mujeres tienen una cifra cuatro veces más baja. El suicidio tiene un fuerte componente de género.

El porqué lo explica la televisión británica BBC. “El suicidio es multifactorial, y el componente de género también”, es decir, no hay solo una explicación. El principal motivo es la represión emocional masculina. “Durante generaciones, muchas sociedades han alentado a los hombres a ser ‘fuertes’ y no admitir que están luchando. ‘Les decimos a los niños que los niños no lloran, condicionamos a los niños desde una edad muy temprana para que no expresen emociones, porque expresar emociones es ser débil', explica el artículo.

Mara Grunau, directora ejecutiva del Centro para la Prevención del Suicidio en Canadá, indica cómo se reproducen estos patrones: ‘las madres hablan mucho más con sus hijas que con sus hijos y comparten e identifican más sentimientos. Esto hace que socialmente esperemos que las mujeres sean emocionales y los hombres "emocionalmente reprimidos".

Los datos lo corroboran. Los hombres van un 30% menos al psicólogo que las mujeres y, cuando lo hacen, no quieren admitir que se sienten vulnerables. Aun así, “no es que los hombres no tengan los mismos problemas que las mujeres, sino que tienen menos probabilidades de saber que tienen el estrés o las condiciones de salud mental que los están poniendo en mayor riesgo de suicidio”, explican las conclusiones de un artículo del British Medical Journal.

Este factor está enormemente condicionado por la sociedad patriarcal. El hombre fuerte, la mujer emocional. Unos roles de género que no solo oprimen a las mujeres sino que también acaban dañando la salud y la vida de los hombres. Esos roles que, precisamente, el feminismo quiere eliminar y que demuestran que del movimiento feminista se benefician todos, independientemente de su género.

Otro de los factores del suicidio masculino, como apunta el artículo de la BBC, es que el hombre en la sociedad patriarcal y capitalista asume el rol de pater familias y cree que lo que pase económicamente en la familia siempre es su responsabilidad. Por eso, según un estudio, por cada 1% que aumente el riesgo de desempleo, el riesgo de suicidio en hombres aumenta un 0’79%.

Aunque los factores económicos que lleven al cabeza de familia al paro sean ajenos a él, se comparará con hombres más exitosos y se sentirá como un fracasado porque no ha podido cumplir el rol de mantener económicamente a su familia. De nuevo, otra muestra que la toxicidad de los roles de género afecta a los hombres.

El tercer factor es el alcoholismo. Según los datos, el alcoholismo es más común entre los hombres. Los motivos todavía no están del todo claros. Algunos creen que es por el estrés emocional que sienten por la presión social patriarcal y la imposibilidad de expresar sus sentimientos de forma natural sin sentirse perdedores, cobardes o débiles. Lo que está claro es que el empecinamiento social de que los hombres no necesitan psicólogo agrava las causas que llevan al alcoholismo, uno de los principales detonantes del suicidio.

El artículo tiene otra tesis del alto porcentaje de suicidio masculino. “Los hombres tienen más tendencia a la brutalidad física”. Así, cuando una mujer se suicida suele optar por las pastillas o por cortarse las venas, algo que puede descubrirse y evitarse a tiempo. En cambio, el hombre se pegará un tiro, saltará desde las alturas o se ahorcará, una muerte de golpe que no puede evitarse una vez se lleva a cabo. Por eso, en las mujeres hay un porcentaje más elevado de intentos de suicidio que no acaban en muerte que en el caso de los hombres.

Al igual que las causas, las formas de luchar contra el suicidio son muchas. Aunque diversas asociaciones hacen planes de choque para concienciar sobre salud mental e instigar a las fuerzas políticas a visibilizar el problema. Y, sobre todo, si crees que alguien de tu entorno está pensando en el suicidio, busca ayuda profesional y sanitaria. Pero cada vez parece más claro que el feminismo es la única forma de impulsar un modelo social más justo que nos acabará beneficiando a todos.

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