El #lazygirljob, la nueva meta laboral de muchos jóvenes en Tiktok

Querer un buen curro que no estrese mucho y que esté bien remunerado, ese el #lazygirljob

Un trabajo tranquilo en el que las ocho horas se pasen rapidito pero sin estrés. En el que puedas mirar ropa online o contestar los whats de tus amigxs. Pero que esté bien pagado, lo suficiente como para poder irte de vacaciones a algún lugar fuera de España. Un trabajo que para muchxs es un sueño casi imposible (dado como está el panorama) y que en Tiktok se ha bautizado como #lazygirljob.

El hashtag acumula más de 17 millones de visualizaciones y recoge los vídeos de miles de mujeres hablan sobre puestos de trabajo que no requieren horas extras ni altos niveles de estrés, pero que están bien remunerados. Tal como lo define @raendzeebo: “copiar y pegar los mismos correos, hacer 3-4 llamadas al día, hacer mi descanso extra largo, hacer más descansos y cobrar un buen sueldo”.

Que ahora esté irrumpiendo este ideal por un trabajo fácil y bien pagado entre la Gen Z y los millennials no debe de sorprendernos. Sobre todo en el caso de los millennials, que después de encadenar tres crisis y matarse a estudiar y a esforzarse en sus curros siguen cobrando una mierda de sueldo mientras regalan horas a una empresa para quien no son más que un número. Los Z, por su lado, ya han visto como les ha ido a sus predecesores y no se han creído la mentira de la meritocracia.

Estamos en una época donde, por un lado, ya nadie se cree la historia de la meritocracia y también está cayendo ese ideal de la vocación. No nos referimos a trabajar de algo que te guste, sino de dejarte la vida por un trabajo simplemente porque es “vocacional”. De consentir cobrar una mierda porque “bueno, estás currando de lo que te gusta”. Como si fuese un privilegio que te guste tu trabajo.

El trabajo ya no nos representa ni construye nuestra identidad. Esto está cambiando. A pesar de que en nuestra sociedad parece muy difícil poder definirnos más allá de nuestro trabajo, cada vez son más las personas que tienen claro que un curro no es más que algo con lo que pagar facturas y poder vivir. La lógica capitalista hace que muchas veces solo entendamos la vida desde y a través del trabajo que tenemos. Como si ser médico ya te convirtiera en una gran persona y, en cambio, trabajar de reponedor en un supermercado no.

Cuando este desdoblamiento se ha hecho, es cuando aparece la necesidad de encontrar un trabajo que esté bien y que nos permita vivir. Que no absorba todas las horas del día, ni que nos canse demasiado, para que cuando salgamos por la puerta tengamos tiempo (y dinero) para vivir nuestra vida real como queramos. A pesar de que parezca un alegato a la holgazanería, el #lazygirljob no deja de ser la realización de la idea de las personas como individuos más allá de su trabajo. Porque siempre, pero siempre, lo importante de la vida, estará fuera del curro.