Párate a analizarlo muy detenidamente: ¿cuántas horas de tu semana laboral pasas enviando correos electrónicos, contestando a llamadas de teléfono y participando en reuniones mediante videollamada? Probablemente una barbaridad. Buena parte de tu trabajo consiste en estar en constante comunicación con superiores, compañerxs de trabajo y clientes. Un no parar. Y Eric Yuan, director ejecutivo de Zoom, tiene una idea de futuro para ahorrarte todas esas horas de curro: desarrollar clones mediante inteligencia artificial que se encarguen de comunicarse con lxs demás en nombre de lxs trabajadorxs. Una automatización que te regalaría la oportunidad de disfrutar de mucho más tiempo libre.
“Según Yuan, el avatar hablará por ti en tus reuniones de Zoom, responderá correos electrónicos y atenderá llamadas telefónicas, lo que supuestamente te liberará por el resto de tu vida”, explican desde Gizmodo, medio que se hace eco de las declaraciones de Yuan. Piensa por ejemplo en una mañana de lunes de verano en la que no tienes ninguna tarea creativa pendiente. Solo reuniones. Solo emails. Solo mensajes. ¿Para qué vas a pasártela encerradx entre las paredes de tu habitación cuando puedes estar en la playa tomando el sol y dándote un sabroso baño en el mar? Tu avatar estará ahí para cubrirte. Para atender a quien te necesite. Para redactar respuestas como tú lo harías.
Beneficios y desventajas
Un plan que surge de la pereza que el propio Yuan tiene por esta parte de su trabajo: “Realmente odio tener que leer el correo electrónico todas las mañanas e, idealmente, mi versión de IA podría leer la mayoría de los correos electrónicos”. ¿Solo la mayoría? Sí, porque todo esto parte de la idea de que la IA puede imitar muy bien tu estilo comunicativo, pero también de que hay conversaciones muy importantes y de toma de decisiones complejas que debería tener tu yo real. “Tal vez uno o dos correos electrónicos me digan Eric, es difícil responder a tu versión digital, ¿puedes hablar tú?”. En esos casos tú das la cara. Pero la IA ya te ha quitado una cantidad loca de cosas de encima.
Por otro lado, esta automatización de tus comunicaciones laborales no sugieren necesariamente la automatización del resto de tareas. No vas a volverte prescindible. Como recuerda el CEO de Zoom, “hay ciertos elementos del trabajo que no se pueden automatizar: la interacción humana”. Porque una IA no puede darte la mano. Ni darte una palmada en la espalda. Ni decirte un mundo con solo una mirada. El avatar será tu aliado para las cuestiones más mecánicas y sencillas, pero tú seguirás siendo necesarix para hacer que las relaciones profesionales, la clave del entramado laboral, funcionen adecuadamente. Tu clon hará el trabajo sucio. Tú te harás cargo de lo más agradable.