¿Cuántas personas conoces que pagan una barbaridad de alquiler y les cuesta llegar a fin de mes? Seguramente muchas. Los últimos años los estudios han puesto números a ese malestar que ya hoy en día es la primera preocupación entre los españoles: la vivienda y su difícil acceso a ella.
Recientemente se ha publicado otro estudio que ahonda en nuestra indignación: el poder adquisitivo de los jóvenes en España ha caído un 10 % en los últimos diez años, mientras los alquileres han subido un 53 %. Es decir, para hacerte una idea, si tuvieses el mismo salario que hace diez años, podrías comprar un 10 % menos de cosas, pero, sin embargo, tu alquiler ha subido más del doble. Así lo demuestra un estudio de la Cátedra Vivienda y Futuro de la Universitat Pompeu Fabra y la Asociación de Promotores y Constructores de Edificios (APCE).
Podrán llamarnos generación de cristal, pero estos números avalan algo que ya todo el mundo se atreve a decir: lxs jóvenes de ahora lo están pasando peor que los de hace una década, a pesar que aquellxs vivieron las consecuencias descarnadas de la crisis del 2008. Con un pesimismo tremendo, Josep Maria Raya, encargado del estudio, cuenta a El País que “no es que no cambie la cosa, es que será peor porque esa es la tendencia”.
Todo esto no ayuda a que nos emancipemos rápido. Cada vez lo hacemos más tarde, en el caso de Cataluña, a los 29 años. Y si eres soltero, lo tienes aún peor. Claro, muchas personas solo logran irse de casa cuando pueden compartir los gastos con su pareja, porque si no sería imposible. ¿Cómo vas a pagarte tú solx un alquiler en Barcelona o en Madrid? Por eso, la gente espera con sus padres, van ahorrando y al menos no sienten que están “tirando el dinero”, hasta que encuentran una pareja y entonces sí, ya no se ve algo tan descabellado. Pero claro, eso corta nuestras posibilidades de vivir una vida libre sin tener que ligarla a una relación.
Una caída en los pisos de propiedad de los jóvenes
¿Cómo era la situación hace diez años? Más optimista, según los datos. El 75 % de los menores de 35 años tenía un piso en propiedad (con hipoteca la mayoría), pero ahora es de alrededor del 38 %, es decir, la mitad.
Los salarios siguen casi igual: no se han movido de los 1.000 euros mensuales de media en quince años para lxs jóvenes menores de 25 años. Algo que dista mucho de otros países del norte de Europa donde la edad de emancipación roza justo esos números.
En cambio, el precio de una casa está a niveles muy altos, casi iguales a los que había cuando estalló la burbuja inmobiliaria. Se suele decir que lo correcto sería destinar entre cinco o seis salarios brutos anuales a comprar una vivienda. En cambio, lo que está pasando es que en Cataluña, para aquellos mayores de 30 años, ya son ocho años de salario de media. Lxs que tienen menos de 25 años tendrían que destinar entre diez y catorce salarios brutos anuales para poder adquirir una propiedad. ¿Quién puede ahorrar esa cantidad de dinero?