Has conseguido salir de casa de tus padres, te has ido a estudiar fuera o has decidido que aquel trabajo que te hacía cambiar de barrio o ciudad era perfecto para ti y para este momento de tu vida. Entras en el apartamento y la verdad es que te invade una especie de ilusión y alegría porque es una nueva etapa, tienes muchas ganas de que todo salga bien y necesitabas empezar de cero. Pero claro, lo que no tenías en mente era que a ese lugar al que has llegado (y sobre todo a tu habitación que es algo pequeña), había que hacerles un cambio de imagen. Antes eran otras personas las que se ocupaban de la decoración y el bienestar y, ahora, entre tú y tus compis de piso debéis convertir ese lugar en un hogar chulo, acogedor y, sobre todo, muy asequible.
El último punto es, diríamos, uno de los más importantes porque ¿hola?, ¿qué tal?, ¿inflación? Sí, los precios han subido, con la compra gastáis un montón de dinero, el alquiler os tiene hasta arriba y ni hablemos de las facturas porque, sí, hacéis todo lo posible por no derrochar ni agua, ni luz, pero a principio de mes os siguen sorprendiendo los precios que alcanzáis. Esta es la realidad con que la que convivimos todxs todo el rato, pero eso ya es bastante como para que también nos privemos de tener una casa bonita, o sea, un sitio al que te gusta llegar cuando sales de clase o del trabajo, un espacio que te da paz y que, además, representa tus gustos y también, por qué no, tus valores.
Pasos a seguir
Antes de empezar con todos los puntos importantes que debes seguir, lo principal es que entre tus compis y tú haya un acuerdo. Podéis hacer una lista de cosas que os gustan y que veis que harían más cómodo y más hogareño el piso entero. Esta parte puede ser o muy difícil o muy fácil, lo ideal es intentar llegar a un equilibrio que sea positivo para todxs. A partir de ahí, lo mejor es entrar en la web de IKEA y empezar a hacer una lista de deseos: utensilios, alfombras, sofás, mesitas, sillas, lámparas, plantas... Lo típico que hacemos todxs, vaya.
Como ya sabes no hay opción que supere a IKEA: todo es ultra precioso y además está muy bien de precio. Por si no lo sabías, sus diseños cumplen con cinco aspectos básicos que SIEMPRE están presentes: calidad, sostenibilidad, funcionalidad, diseño y precio asequible. En resumen: todo lo que te interesa que haya en tu vida y, por tanto, en tu hogar. Y ahora sí, vamos con esos pasos a seguir:
1. ¿Qué necesitas?
Esto hará que no compres impulsivamente. Te enfocarás en comprar lo que, de verdad, te solucione un problema de, por ejemplo, espacio en tu casa. Además, si lo haces con paciencia podrás elegir con tranquilidad los colores o el material para que combinen con lo que ya tienes. Esto es tanto para tu espacio personal como para los espacios comunes que compartís entre todxs.
2. ¿Cómo lo soluciono?
Es posible que, aunque sepas exactamente qué necesitas, de repente no haya espacio o no se pueda adaptar perfectamente a lo que quieres hacer en casa. Navegar por Internet es una de las mejores soluciones, sobre todo para comparar precios, tener referentes, ver qué estilo se lleva, cómo podrías adaptar o cambiar lo que ya tienes... Por ejemplo: hay muchísimos lugares que venden rellenos nórdicos pero... ¿tiene plumas? ¿Tiene plumón? ¿Qué significa esto? Pues que cuanto más plumón tenga, más ligero y calentito será. Este tipo de datos sí los tienen en IKEA. Y bueno, más allá de lo que elijas, este paso es importante antes de comprar para poder hacer un filtro en esas principales necesidades que habéis apuntado.
3. ¿Qué iría primero?
Para comprar de manera inteligente hay algo que no puedes dejar de lado: sí, quieres buscar precios asequibles, pero igual no puedes permitirte comprar todo de una única vez. Aquí es importante establecer prioridades. No solo es importante apuntar y saber qué muebles y qué objetos necesitáis antes, sino también en cuáles estáis dispuestxs a invertir más dinero. Si vuestro salón está vacío o el sofá que ya hay es incómodo y no va bien para todxs, pues quizás habría que empezar por aquí y ya sabéis que eso es algo que necesitará mayor inversión. Lo mismo para tu habitación: ya sabemos que no le das mucha importancia al colchón, pero créenos, invertir en uno bueno es salud, haznos caso.
4. ¿Y si no sirve o se rompe?
Hay algo que debéis tener en cuenta antes de comprar y es: ¿tiene garantía? Es importante saber que, aunque los electrodomésticos tengan garantía, los muebles NO. Sin embargo, en IKEA hay varias familias de productos que tienen garantía y, además, bastante extensa (de 10 años o más). Así que sí, es preferible mirar estas opciones antes que otras. Además, debes tener en cuenta que, aunque te mega encante el diseño que tienes ante los ojos, si no es funcional no te servirá. A largo plazo esto pasa factura. Para ponerte un ejemplo: si tenéis que comprar un sofá es mejor que elijáis los que vienen con fundas que se pueden quitar, poner y, sobre todo, lavar. Así no tendréis que preocuparos si mancháis con café el sofá. A esto nos referimos con funcionalidad, jeje.
5. ¿Es sostenible?
Vale, sí, está genial tener la casa ultramoderna y súper bien decorada pero no puedes olvidarte de este último punto. Existe una crisis climática y no podemos ignorarla, por eso es importante asegurarnos de que compramos siendo responsables con el planeta y, por supuesto, con las personas que están detrás de esos productos y que los fabrican. Una fórmula de pensar en esto es preguntarse cómo los muebles u objetos que vayáis a comprar pueden ayudaros a ahorrar en vuestro día a día, porque sí, hay opciones pensadas para ello.
Estas cinco preguntas os ayudarán a tener un piso agradable, cómodo, práctico, asequible y ultra bonito. Todos estos puntos se pueden hacer realidad gracias a IKEA. Además, es una experiencia brutal caminar por todos sus pasillos viendo las fórmulas que han hecho y los diseños únicos que presentan. Vamos, que está genial para coger ideas e inspirarse.