Suscríbete a nuestro canal aquí: https://www.youtube.com/channel/UCSqYjOWkCPVtZY8XubFZdDA?sub_confirmation=1 Cuando estamos enamorados nuestro cuerpo libera a chorros oxitocina, serotonina y dopamina. La oxitocina es la hormona del abrazo, porque se genera cuando nos abrazamos y sobre todo en el momento del orgasmo, por eso acostarnos con alguien nos hace sentirnos tan unidos y los abrazos nos hacen sentir tan bien. A más oxitocina, más apegados al otro nos sentimos. La serotonina nos hace estar de buen rollo, ser optimistas, nos impide ser agresivos, de ahí que cuando alguien está enamorado tiene esa cara de idiota y todo le parece bien. La mayor concentración de esta hormona está en el tracto gastrointestinal, por eso cuando estamos muy tristes tenemos algún que otro problema para ir al baño. La dopamina es el neurotransmisor que se ocupa de la recompensa en tu cerebro. Es esa satisfacción que sientes cuando comes, haces deporte, apruebas un examen o ganas una partida al Monopoly, o cuando haces el amor, que en realidad son todas esas cosas que nos ayudan a sobrevivir como especie: alimentarnos, estar activos y reproducirnos. Todas estas sensaciones provocan una adicción en nuestro cerebro, que de golpe deja de los subidones de esas sustancias para que aparezcan otras. En palabras del terapeuta y escritor Walter Riso: “Cuando el amor se rompe ahí, es casi imposible sobrevivir, o al menos así lo ve la persona. Hay muchas personas que se quitan la vida en ese momento, porque el enamoramiento nos hace ver todo como si fuera espectacular”.
