Ruidos que oyes en el avión y que no deberían asustarte

¿Un sonido como de sierra mecánica? ¿Muchos dings-dongs? ¿Un silencio sepulcral? Todo normal

Viajar te encanta. El tren lo adoras. La furgoneta camperizada una maravilla. Y el avión, que es el medio de transporte más seguro de cuantos existen, te da un mal rollo que flipas. Y no lo puedes evitar. Simplemente la idea de estar ahí arriba, a 10.000 metros de altura, montadx en un cacharro de más de 40 toneladas expuesto a las tempestades te horroriza. Es un sentimiento natural. Muchas personas dicen que es un miedo irracional porque las estadísticas muestran cuán confiable es un avión, pero es de lo más racional para un primate acostumbrado a posar sus pies en el suelo. No obstante, que sea normal no significa que debas alimentarlo. Esos ruidos que te rayan tanto tienen explicación.

Así lo cuenta la tripulante de cabina Nora Imon en su cuenta de TikTok, donde publica contenidos sobre sus experiencias en vuelo. Uno muy habitual, y que seguramente haya encendido tus alarmas internas alguna que otra vez, es ese que suena como un perro o como una sierra. “Es súper normal y lo hacen todos los Airbus320, por lo que no debéis asustaros”. Al parecer y según explica la propia Imon, el sonido procede del hidráulico del avión y se escucha cuando se encienden los motores, cuando se apagan los motores y cuando el avión realiza marcha atrás a través del reverso del motor. La próxima vez que lo oigas puedes permanecer tranquilx. Todo estará yendo según lo previsto.

Lo mismo ocurre con los dings, dongs, ding, ding, ding que suenan en el avión. En tu mente aterrada, que busca signos de peligro en cualquier lugar, ese sonido implica algo así como que el piloto ha entrado en pánico porque vamos directos contra una montaña. Pero nada más lejos de la realidad. Según esta azafata, “son comunicaciones entre la tripulación”. Quizás es un azafato diciéndole a otro que no hay papel en un baño o que necesita que le ayude a preparar unos sándwiches. Y tú rezándole a todo dios habido y por haber y repasando todas las aventuras que todavía no has podido cumplir. Recuerda: cuando oigas esos dings, dongs, dite a ti mismx que nada va mal.

¿Pero y qué hay del silencio? Algunas personas experimentan una inquietud muy profunda cuando, después de muchos ruidos, el avión deja de emitir ninguno y entra en un sospechoso silencio. Nuevamente, es un silencio totalmente natural y esperado. Como comenta Imon, “cuando estamos despegando el avión tiene muchísima potencia y cuando alcanza determinada altitud de repente deja de sonar”. Es un efecto que ocurre siempre y que tiene que ver con la física. No lo veas como una amenaza. Míralo como una oportunidad para relajarte y descansar o pensar en tu vida. Estar ahí arriba es una buena oportunidad para aprender a soltar el control y disfrutar.