El pequeño Cañón del Colorado en Toledo: una ruta espectacular

Son tan solo cuatro kilómetros y contemplarás un monumento natural, un embalse maravilloso y criaturas animales únicas

¿Recuerdas nuestro artículo sobre El Camino de Hierro, una ruta salmantina en la que se atraviesan puentes, túneles de trenes antiguos y la más pura naturaleza? Pues no es la única del centro de país que merece la pena hacer esta primavera. Hay otra, localizada a unos 15 minutos de Toledo y a aproximadamente poco más de una hora de Madrid que también es una maravilla. Es la conocida como ruta de las Barrancas de Burujón, nombrada así porque atraviesa un pequeño cañón rojizo del mismo nombre. Es la principal atracción de la aventura, pero ni mucho menos la única, pues la ruta, de tan solo cuatro kilómetros de longitud, esconde múltiples rincones espectaculares.

Para hacerlo debes acudir primero al Bar El Refugio de las Barracas, donde tienes la oportunidad de aparcar tu coche para poner rumbo a las Barrancas de Burunjón, un monumento natural que recuerda muchísimo, aunque en menor escala, al Gran Cañón del Colorado ubicado en los Estados Unidos. En concreto, y como explican desde Vitónica, deberás caminar “1,2 kilómetros siguiendo la Vereda de las Barrancas”. Por ese mismo camino, unos 15 minutos después de arrancar, llegarás al Mirador del Cambrón, desde donde disfrutarás de unas vistas increíbles: las vistas del Embalse de Castrejón, marcado por las curiosas formas diseñadas por la acción del agua y del aire.

Cuando hayas tenido suficiente, cuando ya no te quede una gota de belleza más que extraer, podrás seguir adelante en la misma vereda hasta llegar al Merendero Barrancas de Burujón. ¿Tienes hambre? ¿Necesitas un descansito? Es el lugar ideal para pararse un rato, alimentarse para reponer fuerzas y relajarse. Una meditación aquí sería mágica. El entorno invita a la paz. A la calma mental. A la armonía con la vida. Al fin y al cabo, hay mucha vida a tu alrededor: contempla con curiosidad la particular flora y fauna de la región. Es probable que veas volar sobre tu cabeza un halcón peregrino o una garza imperial. Estás en su casa. Un lugar que sentirás como cuasisagrado.

En algún momento, cuando así lo sientas, deberás emprender el camino de vuelta, ya que es una ruta circular. Serán otros dos kilómetros con la naturaleza inundándolo todo a tu alrededor, a la intemperie, sin molestias ningunas, tú contigo mismx o con quien hayas elegido para que te acompañe. Como ves, y a diferencia de otras rutas senderistas bastante más exigentes, la ruta de las Barrancas de Burujón es asequible para casi todo el mundo. No es una paliza. No es una caminata de esas en las que te dejas la misma vida. Es un paseo agradable. Eso sí: tal y como recuerdan desde el citado medio, “es obligatorio programar la visita en horas en las que la radiación solar no sea contraproducente”. La salud lo primero.