Los rayos podrían ser claves en la lucha contra la sequía

Tienen la capacidad de purificar el agua hasta dos veces más que el cloro utilizado convencionalmente

Hay una razón por la cual tantxs científicxs llaman cariñosamente planeta azul al mundo en el que vives: aproximadamente el 70% del mismo es agua. Algo que sería maravilloso para la humanidad si no fuera porque tan solo el 2,5% de ella resulta ser dulce y apta para el consumo y el empleo en industrias claves como la alimentaria. Y el caos actual en las condiciones meteorológicas y ambientales provocado por el cambio climático, así como el crecimiento imparable de la población mundial, están complicando aún más las cosas. De hecho, un 25% del mundo ya se encuentra bajo la presión del estrés hídrico. Necesitamos soluciones ya. Y los rayos parecen ser una de las más prometedoras.

Para entender por qué hay que entender primero unas cuantas cuestiones claves. La primera de ellas, explican lxs catedráticos María C. García y Francisco José Romero y el investigador posdoctoral Juan Amaro en una publicación para The Conversation, es que la lucha contra la sequía pasa necesariamente por la reutilización del agua mediante la eliminación de los contaminantes presentes en ella. La segunda de ellas es que los métodos convencionales con los que contamos para ello no son suficientes para hacerlo. Y la tercera es que las investigaciones prueban que la oxidación avanzada sí es efectiva a la hora de descomponer compuestos orgánicos peligrosos para las personas.

Es más, y para que te hagas una idea, el radical hidroxilo, responsable de dicha oxidación, tiene el doble de potencial purificador que el cloro, lo que significa que es capaz de hacer reutilizables todas esas aguas que en la actualidad estamos desechando sin remedio. En palabras de lxs autorxs del artículo, “los radicales hidroxilo inactivan bacterias, virus y hongos gracias a su capacidad para modificar las propiedades de la membrana celular y llegar al interior de la célula, donde alteran el equilibrio de oxidación-reducción y dañan sus componentes”. ¿Y qué genera esos radicales en el agua? La agregación de plasmas naturales como los rayos o las auroras. La ciencia es increíble.

Y no es mera teoría. “Las investigaciones existentes hasta el momento son muy prometedoras ya que han demostrado la eficacia del plasma en la degradación de diversos compuestos orgánicos como pesticidas y medicamentos, incluyendo antibióticos, así como en la eliminación de bacterias y virus”. Pero no solo eso: también se está estudiando la efectividad del plasma para producir radicales libres en el agua capaces de destruir tanto microplásticos como algas. Y todo ello aprovechando unos recursos, los rayos y otros plasmas naturales, que ya están ahí, así como creando artificiales como los plasmas por microondas. Solo un buen ciclo de reaprovechamiento del agua puede salvarnos.