Estas decisiones de Trump sobre combustibles fósiles llevarán a un infierno climático

Abandona el Acuerdo de París y promete dar rienda suelta a la extracción de petróleo y gas

Entornos naturales cada vez más desertificados. Sequías prolongadas. Huracanes. Danas. Los efectos del cambio climático sobre la Tierra son ya incuestionables desde el punto de vista científico, pero, por si aún quedaba alguna duda, los análisis de temperatura del 2024 lo dejan aún más claro: fue el año más caluroso desde que hay registros. La primera vez que superamos el umbral de 1,5ºC de calentamiento global que tanto queríamos evitar. Ahora el miedo es otro: superar los 3ºC de calentamiento respecto a la era preindustrial para el año 2100. ¿La mala noticia? Las decisiones de Trump en materia medioambiental apuntan precisamente a la materialización de ese temor.

Así lo explica un grupo de investigadores de la Universitat de Barcelona. En estos momentos, uno de los pocos mecanismos globales para la reducción de las emisiones son las disposiciones consensuadas en el Acuerdo de París. Y no, no son mecanismos perfectos ni mucho menos: consisten básicamente en que los gobiernos puedan comprar créditos para compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero a través de iniciativas verdes como la reforestación, el apoyo a la transición energética o el desarrollo de tecnologías de captura del CO2. Algo que no parece estar solucionando el problema. No obstante, que Trump haya abandonado el acuerdo es una señal peligrosa.

No está dispuesto a disminuir la huella de carbono

Porque implica que pasa absolutamente de todo. Que no está dispuesto a hacer esfuerzos para disminuir la huella de carbono de su país, una de las más voluminosas del planeta. Que no cree en las consecuencias del progresivo calentamiento global. Que prioriza el negocio y el dinero al futuro de la humanidad. Sí, el Acuerdo de París era un poco chanchullo, con menos transparencia de la que debería, pero es el principio de todo. Estados Unidos como principal potencia mundial debería liderar estos procedimientos para revertir la situación y conducirnos a un mañana mucho más verde y sostenible. A un capitalismo que no nos suma en un infierno climático en unas décadas.

Pero Trump no lo hará. Todo lo contrario: parece que seguirá apostando por la quema de combustibles fósiles como fuente de energía, una industria responsable del “83% de las emisiones antropogénicas de CO2”, apuntan estos expertos. Y no es una suposición. No es un ir contra el nuevo presidente de Estados Unidos porque sí. Como dice este grupo de investigadores, es conocida “la promesa de Donald Trump de dar rienda suelta a la extracción de petróleo y gas”. Unas medidas que contrastan con la realidad de países como España, que por primera vez vio cómo su industria verde crecía más que su industria fósil en 2024. Pero España no tiene el liderazgo de EEUU.