Una avalancha tóxica está a punto de devorar un pueblo de Dinamarca

Los habitantes de Ølst viven con la angustia de no saber si irse o quedarse

El pequeño pueblo de Ølst en Dinamarca puede acabar enterrado bajo una avalancha tóxica. Este desprendimiento de tierra contaminada se trata de una de las mayores crisis ambientales del país y que pone en peligro la vida de los 400 habitantes que residen allí. El culpable de este desastre es la empresa Nordic Waste, que se encarga de tratar los suelos contaminados.

Los hechos se remontan al pasado 11 de diciembre, cuando se produjo un desprendimiento en los terrenos de la empresa situados en la zona que liberaron cerca de 3 millones de metros cúbicos de tierra contaminada con metales pesados y residuos petroleros. El desprendimiento se convirtió en una avalancha de tierra de 75 metros que se desplazó rápidamente hacia el pueblo de Ølst y un arroyo que desembocaba en el fiordo, generando pánico entre los residentes y autoridades locales.

Aunque inicialmente Nordic Waste le echó la culpa a las condiciones climáticas extremas, investigaciones posteriores del Servicio Geológico han demostrado que el accidente fue causado por el vertido continuado de grandes cantidades de tierra sobre una fosa de arcilla. Por lo que la empresa es totalmente culpable de los hechos a causa de una actuación negligente.

Ahora, la gestión del desastre ha pasado a manos de las autoridades municipales, quienes están intentando contener el desprendimiento, retirando parte de la tierra deslizada y desviando el arroyo para evitar que el agua se contamine. A pesar de que han conseguido frenar la velocidad a la que se desplaza la masa de tierra, toda la zona ya ha quedado completamente contaminada y será muy difícil limpiarla.

A pesar de que Nordic Waste es responsable de esta crisis ambiental, lo cierto es que no se hará cargo de la limpieza de los terrenos, ya que se ha declarado en quiebra. Justamente lo hizo un mes después de que hubiera la avalancha. Es por ello que el parlamento danés ha tenido que ponerse al frente de la situación y destinar dinero público a solucionar un problema creado por una empresa privada.

Ni más ni menos, la limpieza de la zona costaré 205 millones de coronas. Pero esto no es suficiente para calmar los temores de los habitantes de Ølst que aún no saben si podrán seguir viviendo en su pueblo o tendrán que buscarse un nuevo lugar y empezar de cero. La previsión es que los trabajos de limpieza duren años, mientras que el peligro de un nuevo desprendimiento sigue planeando sobre el pequeño pueblo danés.