Miami Beach declara la guerra al turismo de borrachera

“Esto ya no funciona. Y no somos nosotros, eres tú”, dice una de las actrices que aparece en el anuncio viral con el que se ha anunciado esta decisión

Todas esas pelis americanas de universitarios liándola parda en Miami durante el Spring Break se van a quedar en eso, en ficción. Miami Beach ha puesto punto y final al turismo de borrachera con una batería de medidas muy restrictivas con la fiesta. “Esto ya no funciona. Y no somos nosotros, eres tú”, dice una de las actrices que aparece en el anuncio viral con el que se ha anunciado esta decisión.

Espera toques de queda, controles de seguridad en los puntos de acceso a las playas, cierres anticipados de las entradas a las playas, controles de alcoholemia, atascos, cierres de carreteras y detenciones por posesión de drogas y violencia”. Las medidas que promete el ayuntamiento de la ciudad tienen como objetivo principal poner fin al desfase del turismo de borrachera que se da durante todo el mes de marzo y que no solo acaba con vómito en los portales, sino también en tiroteos (ya sabes, en Estados Unidos todo es a lo grande).

El año pasado la ciudad vivió dos tiroteos mortales durante el Spring break. El saldo total fue de dos muertos y dos heridos. El primero tuvo lugar durante la celebración de San Patricio, el 17 de marzo, y dos días después, el domingo de madrugada, ocurrió el segundo. Aunque los tiroteos del 2023 no fueron nada nuevo, ya que el año 2022 también hubo otros dos tiroteos que dejaron un balance total de cinco heridos. En ambas ocasiones, tanto el año pasado como el 2022, fue necesario imponer un toque de queda pasadas las 12 de la noche para garantizar la seguridad.

Las estampidas humanas también se repitieron en varias ocasiones en las zonas de primera línea, donde está lleno de bares y pubs. Lo cierto es que tanto los hoteleros como los vecinos ya veían la situación como algo insostenible. Un auténtico infierno. Algunos, incluso, se llegaron a plantear cerrar sus locales durante esta temporada debido a que cada noche la fiesta siempre acababa con lanzamientos de sillas, peleas , suciedad a mansalva y estampidas humanas (cualquier parecido con Magaluf o Salou es casualidad).

Con el toque de queda y los duros controles de drogas y alcoholemia, el alcalde espera que los universitarios se busquen otro sitio donde turistear. Ahora bien, esto no quiere decir que en la ciudad no quieran turismo, solo que quieren un tipo de turismo que no sea incompatible con el bienestar de los habitantes locales.