Las fiestas de carnaval están a la vuelta de la esquina. Aquí en España, un país con bastante tradición carnavalera, cuentas con rincones como Santa Cruz de Tenerife o Cádiz donde los carnavales se viven de una manera completamente única en el mundo. Son dos experiencias que has de vivir alguna vez en tu vida. Pero si este año estás pensando en algo aún más exótico, si estás decididx a montarte en un avión y aprovechar la excusa de los carnavales para abandonar las fronteras nacionales, también tienes unas cuantas buenísimas alternativas. Además, 2023 es el mejor año para hacerlo, pues es el primero sin restricciones desde que estallara la pandemia y podrás vivirlas en su máximo esplendor.
Por ejemplo en Venecia. Sí, es un cliché muy recurrente, pero lo es por una razón muy especial: se trata de otro de esos carnavales irrepetibles que no puedes experimentar en ningún otro rincón del planeta. Probablemente el más sofisticado. El más medieval. El más encantador y aristocrático. Aunque hay uno que casi rivaliza con este: el carnaval bohemio de Praga, la tradición más antigua de la República Checa, llena de disfraces, máscaras, bailes, conciertos, teatros callejeros y puestos de artesanía antigua. Es una ciudad en la que tomar aire, sumergirse y teleportarse a otra época durante una semanita. Además, tanto el viaje a Venecia como el viaje a Praga son relativamente baratos.
Lo mismo ocurre con los carnavales de Colonia y Notting Hill. El primero tiene lugar en la ciudad germana desde hace cientos de años y suele convertirse en una locura de desfiles, carrozas y desenfreno. No en vano, los alemanes lo llaman “los días locos”, unos días en los que bares y restaurantes abren durante sus 24 horas sin interrupción. Unas fiestas no aptas para vagxs. El segundo transcurre en el popular barrio de Londres, pero tiene una particularidad que lo hace compatible con cualquiera de los demás: ocurre durante la última semana de agosto, lo que puede servirte de excusa para escapar del cada vez más abrasador calor veraniego español. Piénsalo. No es un mal plan.
Para las dos últimas opciones necesitas más tiempo y desde luego algo más de dinero. Porque los vuelos salen más caros. Por un lado, puedes presentarte en Nueva Orleans (Estados Unidos) para un carnaval muy diferente: uno colmado de jazz, de espectaculares desfiles y de absoluta libertad en cuanto a la naturaleza de los disfraces. Todo está permitido en el Mardi Gras. Por otro lado, y este no podía faltar, puedes acudir al carnaval de Río de Janeiro, en Brasil, sin duda alguna el más impresionante de cuantos se celebran en el mundo. En todo momento estarás rodeadx de colores, de música tribal, de sensualidad, de pasión... Descubrirás que lxs brasileñxs viven el carnaval como nadie.