¿Es revolucionario tener hijxs antes de los 30?

Esta idea es controvertida y nos culpabiliza

Ya lo hemos hablado antes en Código Nuevo. Cada vez hay más solterxs y la tasa de natalidad es la más baja desde 1941, en plena posguerra. Los nacimientos de madres de 40 años o más aumentaron en 2023 un 19,3 %, mientras que los de las madres menores de 25 caen un 26 %, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero las madres jóvenes siguen existiendo, son muy pocas, pero también se enfrentan a otros problemas, en una sociedad en la que conviven todavía estereotipos y roles de género muy marcados.

En redes sociales, no es tan raro ver a mujeres jóvenes que se han hecho “influencers” de maternidad y explican sus realidades. Pero llama la atención que en estas cuentas, en los comentarios, gente desconocida repite esta idea: ahora, tener hijxs antes de los 30 es algo “revolucionario”.

La precariedad alta y una cultura diferente

¿A qué se refieren estas personas? Muchas veces hacen referencia a que vivimos en una sociedad “tan narcisista e individualista”, que pensar en tener un hijx y sacrificar “placeres” para darle vida a otra persona puede ser revolucionario. Pero quizá ignoran algunas de las realidades de la mayoría de jóvenes españolxs, que podrían estar entre las causas de la baja natalidad. Es, en cierta forma, parecido a la narrativa de que no tenemos una hipoteca porque no queremos, porque preferimos comprar la suscripción de Netflix o irnos de vacaciones.

Recordemos datos. De un total de más de 17 millones de personas asalariadas en España, se estima que un 46,9 % tiene un empleo precario (8,1 millones), según el informe Precariedad laboral y salud mental: conocimientos y políticas, hecho por The Conversation por encargo del Ministerio de Trabajo y Economía Social de España.

Otro dato más que nos dan en Libremercado: los salarios de los jóvenes de entre 16 y 29 años son un 35 % inferiores a la media. Mientras que la renta de los hogares cuyos sustentadores principales son jóvenes de entre 16 y 29 años ronda en los 16.000 euros anuales, un 15 % inferior a la media nacional.

Con estas cifras quizá no veamos tan claro qué de revolucionario tiene tener hijxs si no podemos mantenernos ni a nosotros mismxs.

A todo esto se le suman otros factores como cambios culturales, que impactan en la decisión de tener un hijx. Pero esos cambios culturales se pueden ver de muchas formas. Por ejemplo, Corea del Sur es el país con la menor tasa de natalidad del mundo. Aunque es difícil extrapolar, en Código Nuevo ya os contamos que entre las razones está que las mujeres no encuentran hombres con unos roles de género diferentes, que estén dispuestos a compartir las tareas del hogar y a implicarse en la crianza.

Aunque la crianza puede convertirse en algo revolucionario, el hecho de tener un hijx antes de los 30 no implica que lo sea por se.